Artritis reumatoide (AR): pronóstico

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica. El pronóstico o perspectiva de una persona depende de muchos factores, incluida la edad, la progresión de la enfermedad, las complicaciones y los factores del estilo de vida.

La artritis reumatoide (AR) es una forma común de artritis que afecta a más de 1.3 millones de personas solo en los Estados Unidos. Puede desarrollarse en cualquier persona, pero es más común en mujeres que en hombres y es más probable que se presente en personas de 60 a 69 años.

La AR es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca por error el tejido sano de las articulaciones. Provoca inflamación, dolor, hinchazón, rigidez y movilidad articular reducida.

Las personas generalmente experimentan los síntomas de la AR en múltiples articulaciones y la afección generalmente afecta a ambos lados del cuerpo de manera simétrica. Los síntomas tienden a ocurrir en ciclos, por lo que las personas tienen brotes y períodos de remisión. Con el tiempo, la AR puede provocar un daño articular permanente.

En este artículo, analizamos el pronóstico de la AR, los factores que pueden influir en ella y los consejos para mejorar la calidad de vida con esta afección.

Outlook ¿Cuál es la perspectiva para las personas con AR?

Una persona con artritis reumatoide puede encontrar que el dolor articular y la movilidad empeoran con el tiempo.

La AR es una enfermedad crónica para la que actualmente no existe cura.

Sin embargo, el tratamiento puede ralentizar la progresión de la enfermedad. También puede ayudar a reducir el dolor, hacer que los síntomas sean manejables y prevenir el daño articular.

Los continuos avances en el tratamiento de la AR significan que las perspectivas para las personas con AR son mejores que nunca. Muchas personas pueden llevar una vida activa y saludable con AR.

Es difícil predecir el impacto exacto que tendrá la AR en la esperanza de vida de una persona porque el curso de la enfermedad difiere significativamente entre las personas.

En general, es posible que la AR reduzca la esperanza de vida entre 10 y 15 años. Sin embargo, muchas personas continúan viviendo con sus síntomas después de los 80 o incluso los 90 años.

Con el tratamiento adecuado, muchas personas con AR experimentan solo síntomas relativamente leves durante muchos años, lo que impone pocas limitaciones a su vida diaria.

Por ejemplo, los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) se han convertido en un medicamento eficaz y ampliamente disponible para las personas con AR. Estos medicamentos actúan inhibiendo el sistema inmunológico y minimizando el daño que causa al tejido articular.

Con el tiempo, las personas con AR a menudo experimentan algunos de los siguientes problemas:

  • empeoramiento del dolor y la hinchazón de las articulaciones
  • síntomas más persistentes durante los brotes
  • daño articular permanente
  • inflamación que se extiende a nuevas articulaciones
  • un rango de movimiento cada vez más restringido en las articulaciones afectadas
  • disminución de la movilidad
  • el tratamiento tiene menos efecto del que tenía inicialmente

En comparación con otras formas de artritis, la AR es particularmente difícil de tratar porque involucra al sistema inmunológico. Como resultado, puede causar complicaciones generalizadas en todo el cuerpo, no solo en las articulaciones. Estas complicaciones pueden contribuir significativamente a la perspectiva de las personas. Algunas personas también pueden tener síntomas sistémicos.

Los síntomas sistémicos de la AR incluyen:

  • fatiga
  • fiebre
  • pérdida de peso
  • nódulos reumatoides

También es posible que las personas con AR experimenten complicaciones, que incluyen:

  • inflamación en otras partes del cuerpo, como los ojos
  • enfermedad del corazón
  • golpe
  • osteoporosis
  • anemia
  • Alta presión sanguínea
  • condiciones de la piel
  • condiciones respiratorias
  • infecciones
  • cáncer

Estas complicaciones son relativamente poco frecuentes, pero ocurren con más frecuencia en formas avanzadas de AR. Por esta razón, las personas con AR avanzada tienen una esperanza de vida significativamente menor que aquellas cuya AR es menos activa.

¿Qué factores pueden influir en las perspectivas?

Si bien el pronóstico para las personas con AR es difícil de predecir, varios factores pueden influir.

Los factores que pueden afectar el pronóstico de la AR incluyen:

  • la presencia de complicaciones y síntomas sistémicos
  • la edad de una persona
  • la progresión de la enfermedad en el momento del diagnóstico
  • tener sobrepeso u obesidad
  • factores de estilo de vida, como fumar y hacer ejercicio
  • el éxito del tratamiento
  • Factores genéticos

Analizamos algunos de estos factores con más detalle a continuación:

De fumar

Fumar tabaco puede afectar negativamente la progresión de la AR. Un estudio en personas con predisposición genética a la AR encontró que fumar era un factor de riesgo significativo para el desarrollo de esta enfermedad.

Fumar provoca una mayor inflamación, lo que puede empeorar la progresión de la AR. También aumenta el riesgo de complicaciones, como afecciones respiratorias y cardiopatías.

Detección temprana

Como ocurre con muchas afecciones, un diagnóstico temprano de AR puede generar una diferencia significativa en la perspectiva de una persona.

Las primeras etapas de la afección tienden a implicar menos inflamación, que es más fácil de controlar con medicamentos antiinflamatorios. Recibir el tratamiento adecuado en esta etapa puede prevenir el daño articular permanente y minimizar el impacto de la AR en la calidad de vida.

El diagnóstico posterior conlleva el riesgo de que la inflamación ya sea crónica, lo que puede ser difícil de tratar. También existe un mayor riesgo de daño articular permanente.

Edad

La AR generalmente se desarrolla en adultos mayores, pero puede afectar a personas de cualquier edad.

Cuando el inicio de la AR ocurre a una edad más temprana, hay más tiempo para que progrese. En consecuencia, puede causar síntomas más graves con el tiempo y es más probable que provoque complicaciones.

Tratamiento

Recibir el tratamiento adecuado es clave para mejorar la perspectiva de una persona.

La AR es una afección de por vida, lo que significa que es necesario un tratamiento y un control continuos para limitar su impacto en el cuerpo.

Los médicos recomiendan hacerse análisis de sangre y exploraciones periódicas para detectar cualquier signo de progresión de la enfermedad o complicaciones.

Siempre que sea posible, las visitas regulares a un fisioterapeuta pueden ayudar a mantener saludables las articulaciones y los tejidos circundantes.

Consejos para mejorar la calidad de vida con AR

Consumir una dieta antiinflamatoria puede ayudar a retrasar la progresión de la artritis reumatoide.

Las personas con AR pueden mejorar su pronóstico y ralentizar la progresión de la afección adoptando un estilo de vida saludable y controlando activamente la enfermedad.

Hacer esto puede implicar:

  • hacer ejercicio regularmente
  • comer una dieta antiinflamatoria
  • usar equipo, como correas, para sostener las articulaciones afectadas cuando sea necesario
  • perder peso, si tiene sobrepeso
  • evitar deportes de alta intensidad u otras actividades que ejerzan una presión excesiva sobre las articulaciones afectadas
  • adherirse a los tratamientos que le recomiende un médico, incluso cuando los síntomas no hayan empeorado
  • dejar de fumar, si es relevante

Resumen

Es difícil predecir el curso de la AR y el pronóstico varía mucho.

La AR puede reducir la esperanza de vida de una persona entre 10 y 15 años, aunque muchas personas viven con sus síntomas más allá de los 80 o incluso los 90 años.

Los factores que afectan el pronóstico de la AR incluyen la edad de una persona, la progresión de la enfermedad y factores de estilo de vida, como fumar y tener sobrepeso.

Debido a los avances en medicamentos y otros tratamientos, el pronóstico de la AR es mejor que nunca.

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