Accidente cerebrovascular espinal: causas, tratamiento y resultado

Un derrame cerebral ocurre cuando se corta el suministro de sangre a la médula espinal. Sin un suministro de sangre adecuado, la médula espinal no recibirá el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar.

Cualquier interrupción del suministro de sangre puede dañar la médula espinal e impedir que se comunique con el resto del cuerpo.

La columna utiliza impulsos nerviosos para comunicarse con diferentes partes del cuerpo. En casos graves de accidente cerebrovascular espinal, la falta de comunicación puede causar parálisis y puede poner en peligro la vida.

A diferencia de otros accidentes cerebrovasculares, los accidentes cerebrovasculares espinales no suelen interrumpir el suministro de sangre al cerebro. Sin embargo, tienen causas similares.

La mayoría de los accidentes cerebrovasculares espinales son isquémicos, lo que significa que son el resultado de coágulos de sangre en los vasos sanguíneos.

Con menos frecuencia, el sangrado de los vasos sanguíneos rotos puede causar un derrame cerebral. Este tipo de accidente cerebrovascular se denomina accidente cerebrovascular hemorrágico.

Los accidentes cerebrovasculares espinales son poco frecuentes y representan solo el 1,25 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares. En este artículo, aprenda sobre los síntomas, las causas, el tratamiento y la recuperación.

Síntomas

Un derrame cerebral ocurre debido a una interrupción del suministro de sangre a la médula espinal.

Los síntomas de los derrames cerebrales pueden variar de una persona a otra, dependiendo de la ubicación del derrame en la columna. La gravedad del daño también influirá en los síntomas que experimenta una persona.

El síntoma principal de un accidente cerebrovascular espinal es un dolor extremo y repentino en el cuello y la espalda. Otros síntomas pueden incluir:

  • espasmos musculares
  • dificultad para moverse
  • entumecimiento
  • incontinencia, pérdida del control de la vejiga
  • hormigueo
  • debilidad muscular
  • parálisis
  • respiración dificultosa

En casos graves, un derrame cerebral puede causar la muerte.

Causas

La mayoría de los accidentes cerebrovasculares espinales ocurren debido a cambios en la forma de los vasos sanguíneos. Por ejemplo, las paredes de los vasos sanguíneos pueden engrosarse, lo que hará que los vasos se estrechen. A veces, esto puede suceder como consecuencia natural del envejecimiento.

Sin embargo, factores específicos aumentan la probabilidad de que esto suceda, entre ellos:

  • colesterol alto
  • Alta presión sanguínea
  • enfermedad cardíaca o antecedentes familiares de enfermedad cardíaca
  • obesidad
  • diabetes
  • de fumar
  • consumo excesivo de alcohol
  • falta de ejercicio

Todos estos factores ejercen presión adicional sobre el sistema circulatorio, aumentando la posibilidad de vasos sanguíneos dañados o disfuncionales.

Por ejemplo, la presión arterial alta puede dañar y debilitar los vasos sanguíneos, haciéndolos más propensos a romperse y sangrar. Esto puede provocar un derrame cerebral.

En algunos casos, los problemas con el corazón o la aorta pueden causar derrames cerebrales. Estos problemas incluyen presión arterial muy baja o falta de flujo sanguíneo a través de la aorta. En casos raros, los vasos sanguíneos enredados también pueden causar un derrame cerebral.

Diagnóstico

Cualquiera que experimente un derrame cerebral necesita atención médica inmediata y un diagnóstico rápido. Un médico le preguntará a una persona sobre sus síntomas, si es posible, y le realizará un examen físico.

Buscarán indicadores comunes de un problema con la médula espinal, como debilidad en las piernas. Si un médico sospecha un accidente cerebrovascular espinal, generalmente es necesaria una resonancia magnética para descartar otras afecciones que podrían dañar la médula espinal.

Una resonancia magnética también puede ayudar a confirmar la presencia y ubicación de un bloqueo o sangrado.

Tratos

La fisioterapia puede ayudar a una persona con parálisis a recuperar algo de movilidad.

El tratamiento para un derrame cerebral dependerá de la causa subyacente. En casos de accidente cerebrovascular espinal isquémico, un médico le dará a la persona medicamentos para diluir la sangre y reducir el riesgo de coágulos sanguíneos. Estos se conocen como fármacos antiplaquetarios y anticoagulantes. Incluyen medicamentos comunes, como la aspirina.

También pueden ser necesarios medicamentos para controlar los síntomas de una persona, así como sus factores de riesgo de sufrir otro accidente cerebrovascular.

Por ejemplo, para las personas con presión arterial alta o colesterol alto, un médico puede recetar medicamentos para controlar estos factores.

Una persona que tiene parálisis puede beneficiarse de la terapia física y ocupacional, que puede hacer posible recuperar algo de rango de movimiento.

Si una persona pierde el control de su vejiga, es posible que necesite un catéter urinario.

Complicaciones a largo plazo

Los accidentes cerebrovasculares espinales pueden tener complicaciones graves a largo plazo, según la extensión del daño y la ubicación del accidente cerebrovascular.

Las complicaciones de un accidente cerebrovascular espinal pueden incluir:

  • problemas de movilidad
  • parálisis
  • incontinencia
  • disfunción sexual
  • dolor muscular, articular o nervioso
  • ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Recuperación

El ejercicio regular puede ayudar a las personas a recuperarse por completo.

Es posible recuperarse por completo de un accidente cerebrovascular espinal. Las posibilidades de recuperarse por completo dependen de la causa y la ubicación del accidente cerebrovascular, la extensión del daño, el éxito del tratamiento y el estado de salud general del individuo.

Sin embargo, muchas personas experimentarán complicaciones duraderas después de un accidente cerebrovascular espinal y pueden requerir un tratamiento a largo plazo o tener que implementar cambios en el estilo de vida.

Para la mayoría de las personas, ciertos cambios en el estilo de vida son esenciales para reducir los factores de riesgo y mejorar las posibilidades de una recuperación completa.

Estos podrían incluir:

  • adoptar una dieta sana y equilibrada
  • hacer ejercicio regularmente
  • dejar de fumar
  • alcanzar y mantener un peso saludable
  • reducir el consumo de alcohol

panorama

Muchas personas se recuperan por completo de un accidente cerebrovascular espinal, pero esto puede llevar meses o incluso años.

La parálisis que sigue a un accidente cerebrovascular espinal puede durar algunas semanas o puede ser permanente.

Las personas pueden comunicarse con grupos de apoyo y considerar la posibilidad de ver a un terapeuta para ayudarles a recuperarse y reducir el estrés.

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