¿Qué causa la sangre en el esputo?
La sangre en el esputo o la mucosidad cuando una persona tose o escupe se llama hemoptisis. Aunque la sangre puede ser preocupante, por lo general no es motivo de preocupación, especialmente en personas jóvenes o por lo demás sanas.
La sangre en el esputo es un evento común en muchas afecciones respiratorias leves, que incluyen infecciones de las vías respiratorias superiores, bronquitis y asma.
Puede ser alarmante toser una cantidad significativa de sangre en el esputo o ver sangre en el moco con frecuencia. En casos graves, esto puede deberse a una afección pulmonar o estomacal.
En este artículo, discutimos las causas y los tratamientos de la sangre en el esputo.
¿De dónde viene?
La sangre en el esputo generalmente proviene de los pulmones, pero también puede provenir del estómago o del tracto digestivo.
Una variedad de factores pueden provocar sangre en el esputo. Además, la sangre puede provenir de diferentes partes del cuerpo.
La sangre generalmente proviene de los pulmones, pero con menos frecuencia puede provenir del estómago o del tracto digestivo. Si la sangre proviene del tracto digestivo, el término médico es hematemesis.
- De los pulmones (hemoptisis). Si la sangre es de color rojo brillante, espumosa y, a veces, mezclada con moco, probablemente provenga de los pulmones y puede ser el resultado de una tos persistente o una infección pulmonar.
- Del tracto digestivo (hematemesis). Si la sangre es oscura y viene con restos de comida, probablemente se originó en el estómago o en otra parte del tracto digestivo. Esto puede ser un signo de una afección más grave.
Causas y sintomas
Las posibles causas de sangre en el esputo incluyen:
- Bronquitis. La bronquitis crónica suele estar detrás de la aparición de sangre. La afección implica una inflamación persistente o recurrente de las vías respiratorias, junto con tos y producción de esputo.
- Bronquiectasias. Esto describe un agrandamiento permanente de partes de las vías respiratorias de los pulmones. A menudo ocurre con una infección, dificultad para respirar y sibilancias.
- Tos prolongada o intensa. Esto puede irritar el tracto respiratorio superior y desgarrar los vasos sanguíneos.
- Una hemorragia nasal grave. Muchos factores pueden causar hemorragias nasales.
- El consumo de drogas. Las drogas, como la cocaína, que se inhalan por las fosas nasales pueden irritar el tracto respiratorio superior.
- Anticoagulantes. Estos medicamentos evitan que la sangre se coagule. Los ejemplos incluyen warfarina, rivaroxaban, dabigatrán y apixabán.
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). La EPOC es una obstrucción permanente del flujo de aire de los pulmones. Por lo general, causa dificultad para respirar, tos, producción de esputo y sibilancias.
- Neumonía. Ésta y otras infecciones pulmonares pueden causar esputo con sangre. La neumonía se caracteriza por la inflamación del tejido pulmonar, generalmente debido a una infección bacteriana. Las personas con neumonía tienden a tener dolor en el pecho al respirar o toser, fatiga, fiebre, sudoración y escalofríos. Los adultos mayores también pueden experimentar confusión.
- Embolia pulmonar. Esto se refiere a un coágulo de sangre en una arteria de un pulmón. Por lo general, causa dolor en el pecho y dificultad para respirar repentina.
- Edema pulmonar. Esto describe el líquido en los pulmones. El edema pulmonar es más común en personas con afecciones cardíacas. Causa esputo rosado y espumoso, así como falta de aire severa, a veces con dolor en el pecho.
- Cáncer de pulmón. Una persona tiene más probabilidades de tener cáncer de pulmón si tiene más de 40 años y fuma tabaco. Puede causar tos que no desaparece, dificultad para respirar, dolor de pecho y, a veces, dolor de huesos o dolores de cabeza.
- Cáncer de cuello. Por lo general, comienza en la garganta, la laringe o la tráquea. Puede causar hinchazón o dolor que no sana, dolor de garganta permanente y una mancha roja o blanca en la boca.
- Fibrosis quística. Esta afección hereditaria daña gravemente los pulmones. Suele provocar dificultad para respirar y tos persistente con mucosidad espesa.
- Granulomatosis con poliangeítis. Esto describe la inflamación de los vasos sanguíneos en los senos nasales, los pulmones y los riñones. Por lo general, causa secreción nasal, hemorragias nasales, dificultad para respirar, sibilancias y fiebre.
- Tuberculosis. Una bacteria causa esta infección pulmonar grave, que puede provocar fiebre, sudoración, dolor de pecho, dolor al respirar o toser y tos persistente.
- Válvulas cardíacas estrechas. Un estrechamiento de la válvula mitral del corazón, llamado estenosis de la válvula mitral, puede causar dificultad para respirar, especialmente con el esfuerzo o al estar acostado. Otros síntomas incluyen pies o piernas hinchados y palpitaciones del corazón o fatiga, especialmente con el aumento de la actividad física.
- Una herida grave. El traumatismo en el pecho puede hacer que aparezca sangre en el esputo.
Cuando ver a un doctor
Una persona que tose sangre en grandes cantidades, o en intervalos frecuentes, debe visitar a un médico.
Consulte a un médico o busque atención de emergencia cuando al toser sale mucha sangre o sangre a intervalos frecuentes.
Si la sangre es oscura y aparece con trozos de comida, acude a un hospital de inmediato. Esto puede indicar un problema grave que se origina en el tracto digestivo.
Además, consulte a un médico si alguno de los siguientes síntomas acompaña a la sangre en el esputo:
- una perdida de apetito
- pérdida de peso inexplicable
- sangre en la orina o las heces
- dolor de pecho, mareos, fiebre o aturdimiento
- empeoramiento de la dificultad para respirar
Diagnóstico
Para determinar si una afección médica está causando la aparición de sangre en el esputo, un médico generalmente tomará un historial médico y realizará un examen físico.
Durante el examen, el médico puede pedirle a la persona que tosa y es posible que revise la nariz y la boca en busca de sitios de sangrado. El médico también puede tomar muestras de esputo y sangre para analizarlas.
En algunos casos, son necesarios exámenes adicionales. Estos pueden incluir una radiografía de tórax, una tomografía computarizada o una broncoscopia, que implica la inserción de una cámara en el extremo de un tubo en las vías respiratorias.
Tratamiento
Los esteroides pueden ayudar si una condición inflamatoria está causando el sangrado.
Los tratamientos tienen como objetivo detener el sangrado y tratar la causa subyacente.
Los posibles tratamientos incluyen:
- Esteroides. Los esteroides pueden ayudar cuando hay una enfermedad inflamatoria detrás del sangrado.
- Antibioticos Los antibióticos se utilizan en casos de neumonía o tuberculosis.
- Una broncoscopia. Esto proporciona una mirada cercana a las posibles fuentes de sangrado. Se inserta un instrumento llamado endoscopio en las vías respiratorias a través de la nariz o la boca. Las herramientas se pueden unir al final. Algunos están diseñados para detener el sangrado, mientras que otros, por ejemplo, pueden eliminar un coágulo de sangre.
- Embolización. Si un vaso sanguíneo principal es responsable de la sangre en el esputo, un médico puede recomendar un procedimiento llamado embolización. Se introduce un catéter en el vaso, se identifica la fuente de la hemorragia y se utiliza una bobina de metal, un producto químico o un fragmento de esponja de gelatina para sellarlo.
- Transfusión de hemoderivados. Es posible que se requiera una transfusión de elementos en la sangre, como plasma, factores de coagulación o plaquetas, si los problemas de coagulación o la sangre excesivamente delgada son responsables de la aparición de sangre en el esputo.
- Quimioterapia o radioterapia. Estos pueden usarse para tratar el cáncer de pulmón.
- Cirugía. Esto puede ser necesario para extirpar una parte dañada o cancerosa del pulmón. La cirugía generalmente se considera un último recurso y solo una opción cuando el sangrado es severo o persistente.
panorama
La sangre en el esputo, especialmente en pequeñas cantidades, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, en personas con antecedentes médicos de problemas respiratorios o que fuman, a menudo se requiere una evaluación adicional.
Las infecciones respiratorias, otras afecciones pulmonares y, con menos frecuencia, problemas en el tracto digestivo pueden hacer que aparezca sangre. Algunas causas son leves y se resuelven por sí solas. En otros casos, es necesaria la intervención médica.
Si tose sangre en grandes cantidades o en intervalos frecuentes, debe consultar a un médico.
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