Cáncer colorrectal: lo que necesita saber

El cáncer colorrectal, también conocido como cáncer de intestino, cáncer de colon o cáncer de recto, es cualquier cáncer que afecta el colon y el recto.

La Sociedad Estadounidense del Cáncer estima que aproximadamente 1 de cada 21 hombres y 1 de cada 23 mujeres en los Estados Unidos desarrollará cáncer colorrectal durante su vida.

Es la segunda causa principal de muerte por cáncer en mujeres y la tercera en hombres. Sin embargo, debido a los avances en las técnicas de detección y las mejoras en los tratamientos, la tasa de mortalidad por cáncer colorrectal ha ido disminuyendo.

El cáncer colorrectal puede ser benigno, no canceroso o maligno. Un cáncer maligno puede extenderse a otras partes del cuerpo y dañarlas.

Síntomas

Los síntomas del cáncer colorrectal incluyen:

  • cambios en los hábitos intestinales
  • diarrea o estreñimiento
  • una sensación de que el intestino no se vacía correctamente después de una evacuación intestinal
  • sangre en las heces que hace que las heces se vean negras
  • sangre roja brillante que sale del recto
  • dolor e hinchazón en el abdomen
  • una sensación de plenitud en el abdomen, incluso después de no comer durante un tiempo.
  • fatiga o cansancio
  • pérdida de peso inexplicable
  • un bulto en el abdomen o en la espalda que siente su médico
  • deficiencia de hierro inexplicable en hombres o en mujeres después de la menopausia

La mayoría de estos síntomas también pueden indicar otras posibles afecciones. Es importante consultar a un médico si los síntomas persisten durante 4 semanas o más.

Tratamiento

El tratamiento dependerá de varios factores, incluido el tamaño, la ubicación y el estadio del cáncer, si es recurrente o no, y el estado general de salud actual del paciente.

Las opciones de tratamiento incluyen quimioterapia, radioterapia y cirugía.

Cirugía para el cáncer colorrectal

Este es el tratamiento más común. Se extirparán los tumores malignos afectados y los ganglios linfáticos cercanos para reducir el riesgo de propagación del cáncer.

El intestino generalmente se vuelve a coser, pero a veces se extrae el recto por completo y se coloca una bolsa de colostomía para el drenaje. La bolsa de colostomía recoge las heces. Esta suele ser una medida temporal, pero puede ser permanente si no es posible unir los extremos del intestino.

Si el cáncer se diagnostica lo suficientemente temprano, la cirugía puede extirparlo con éxito. Si la cirugía no detiene el cáncer, aliviará los síntomas.

Quimioterapia

La quimioterapia implica el uso de un medicamento o una sustancia química para destruir las células cancerosas. Se usa comúnmente para el tratamiento del cáncer de colon. Antes de la cirugía, puede ayudar a reducir el tamaño del tumor.

La terapia dirigida es un tipo de quimioterapia que se dirige específicamente a las proteínas que estimulan el desarrollo de algunos cánceres. Pueden tener menos efectos secundarios que otros tipos de quimioterapia. Los medicamentos que pueden usarse para el cáncer colorrectal incluyen bevacizumab (Avastin) y ramucirumab (Cyramza).

Un estudio ha encontrado que los pacientes con cáncer de colon avanzado que reciben quimioterapia y que tienen antecedentes familiares de cáncer colorrectal tienen una probabilidad significativamente menor de recurrencia del cáncer y muerte.

Radioterapia

La radioterapia utiliza rayos de radiación de alta energía para destruir las células cancerosas y evitar que se multipliquen. Esto se usa más comúnmente para el tratamiento del cáncer de recto. Puede usarse antes de la cirugía para intentar reducir el tamaño del tumor.

Se pueden administrar tanto radioterapia como quimioterapia después de la cirugía para ayudar a reducir las posibilidades de recurrencia.

Ablación

La ablación puede destruir un tumor sin extirparlo. Puede realizarse mediante radiofrecuencia, etanol o criocirugía. Estos se administran mediante una sonda o aguja guiada por ecografía o tecnología de exploración por tomografía computarizada.

Recuperación

Los tumores malignos pueden extenderse a otras partes del cuerpo si no se tratan. Las posibilidades de una cura completa dependen enormemente de qué tan temprano se diagnostica y se trata el cáncer.

La recuperación de un paciente depende de los siguientes factores:

  • la etapa en la que se hizo el diagnóstico
  • si el cáncer creó un agujero o un bloqueo en el colon
  • el estado general de salud del paciente

En algunos casos, el cáncer puede regresar.

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Factores de riesgo

Los posibles factores de riesgo incluyen:

  • mayor edad
  • una dieta rica en proteínas animales, grasas saturadas y calorías
  • una dieta baja en fibra
  • alto consumo de alcohol
  • haber tenido cáncer de mama, ovario o útero
  • antecedentes familiares de cáncer colorrectal
  • tener colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o enfermedad del intestino irritable (EII)
  • sobrepeso y obesidad
  • de fumar
  • falta de actividad física
  • la presencia de pólipos en el colon o el recto, ya que eventualmente pueden volverse cancerosos.

La mayoría de los cánceres de colon se desarrollan dentro de los pólipos (adenoma). A menudo se encuentran dentro de la pared intestinal.

Comer carnes rojas o procesadas puede aumentar el riesgo

Las personas que tienen un gen supresor de tumores conocido como Sprouty2 pueden tener un mayor riesgo de algunos cánceres colorrectales.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cáncer colorrectal es el segundo tumor más común entre hombres y mujeres, después de los tumores pulmonares.

Alrededor del 2 por ciento de las personas mayores de 50 años eventualmente desarrollarán cáncer colorrectal en Europa Occidental.

El cáncer colorrectal tiende a afectar por igual a hombres y mujeres. Sin embargo, los hombres tienden a desarrollarlo a una edad más temprana.

Causas

No está claro exactamente por qué el cáncer colorrectal se desarrolla en algunas personas y no en otras.

Etapas

La etapa de un cáncer define qué tan lejos se ha diseminado. Determinar el estadio ayuda a elegir el tratamiento más adecuado.

Un sistema de uso común da a las etapas un número de 0 a 4. Las etapas del cáncer de colon son:

  • Etapa 0: Esta es la etapa más temprana, cuando el cáncer aún se encuentra dentro de la mucosa o capa interna del colon o recto. También se llama carcinoma in situ.
  • Nivel 1: El cáncer ha crecido a través de la capa interna del colon o del recto, pero aún no se ha extendido más allá de la pared del recto o el colon.
  • Etapa 2: El cáncer ha crecido a través o hacia la pared del colon o recto, pero aún no ha llegado a los ganglios linfáticos cercanos.
  • Etapa 3: El cáncer ha invadido los ganglios linfáticos cercanos, pero aún no ha afectado a otras partes del cuerpo.
  • Etapa 4: El cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, incluidos otros órganos, como el hígado, la membrana que recubre la cavidad abdominal, el pulmón o los ovarios.
  • Recurrente: El cáncer ha regresado después del tratamiento. Puede regresar y afectar el recto, el colon u otra parte del cuerpo.

En el 40 por ciento de los casos, el diagnóstico se produce en una etapa avanzada, cuando la cirugía es probablemente la mejor opción.

Diagnóstico

El cribado puede detectar pólipos antes de que se vuelvan cancerosos, así como detectar el cáncer de colon durante sus primeras etapas, cuando las posibilidades de cura son mucho mayores.

A continuación, se enumeran los procedimientos de detección y diagnóstico más comunes para el cáncer colorrectal.

Análisis de sangre oculta en heces (análisis de sangre en las heces)

Esto verifica una muestra de las heces del paciente para detectar la presencia de sangre. Esto se puede hacer en el consultorio del médico o con un kit en casa. La muestra se devuelve al consultorio del médico y se envía a un laboratorio.

Una prueba de sangre en las heces no es 100 por ciento precisa, porque no todos los cánceres causan una pérdida de sangre o pueden no sangrar todo el tiempo. Por lo tanto, esta prueba puede dar un resultado falso negativo. La sangre también puede estar presente debido a otras enfermedades o afecciones, como hemorroides. Algunos alimentos pueden sugerir sangre en el colon, cuando en realidad no había ninguno.

Prueba de ADN en heces

Esta prueba analiza varios marcadores de ADN que los cánceres de colon o las células de pólipos precancerosos arrojan a las heces. Los pacientes pueden recibir un kit con instrucciones sobre cómo recolectar una muestra de heces en casa. Esto debe devolverse al consultorio del médico. Luego se envía a un laboratorio.

Esta prueba es más precisa para detectar el cáncer de colon que los pólipos, pero no puede detectar todas las mutaciones del ADN que indican la presencia de un tumor.

Sigmoidoscopia flexible

El médico usa un sigmoidoscopio, un tubo flexible, delgado e iluminado, para examinar el recto y el sigmoides del paciente. El colon sigmoide es la última parte del colon, antes del recto.

La prueba toma unos minutos y no es dolorosa, pero puede ser incómoda. Existe un pequeño riesgo de perforación de la pared del colon.

Si el médico detecta pólipos o cáncer de colon, se puede usar una colonoscopia para examinar todo el colon y extraer cualquier pólipo que esté presente. Estos se examinarán con un microscopio.

Una sigmoidoscopia solo detectará pólipos o cáncer en el tercio final del colon y el recto. No detectará ningún problema en ninguna otra parte del tracto digestivo.

Radiografía de enema de bario

El bario es un tinte de contraste que se coloca en el intestino del paciente en forma de enema y aparece en una radiografía. En un enema de bario de doble contraste, también se agrega aire.

El bario llena y recubre el revestimiento del intestino, creando una imagen clara del recto, el colon y, en ocasiones, de una pequeña parte del intestino delgado del paciente.

Se puede realizar una sigmoidoscopia flexible para detectar cualquier pólipo pequeño que la radiografía del enema de bario pueda pasar por alto. Si la radiografía del enema de bario detecta algo anormal, el médico puede recomendar una colonoscopia.

Colonoscopia

Un colonoscopio es más largo que un sigmoidoscopio. Es un tubo largo, flexible y delgado, conectado a una cámara de video y un monitor. El médico puede ver todo el colon y el recto. Cualquier pólipo descubierto durante este examen se puede extirpar durante el procedimiento y, en ocasiones, se toman muestras de tejido o biopsias.

Una colonoscopia es indolora, pero a algunos pacientes se les administra un sedante suave para calmarlos. Antes del examen, se les puede administrar líquido laxante para limpiar el colon. Rara vez se usa un enema. El sangrado y la perforación de la pared del colon son posibles complicaciones, pero extremadamente raras.

Colonografía por TC

Una máquina de tomografía computarizada toma imágenes del colon, después de limpiarlo. Si se detecta algo anormal, puede ser necesaria una colonoscopia convencional. Este procedimiento puede ofrecer a los pacientes con mayor riesgo de cáncer colorrectal una alternativa a la colonoscopia que sea menos invasiva, mejor tolerada y con buena precisión diagnóstica.

Escaneos de imágenes

Las ecografías o las resonancias magnéticas pueden ayudar a mostrar si el cáncer se ha diseminado a otra parte del cuerpo.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan exámenes de detección regulares para las personas de 50 a 75 años. La frecuencia depende del tipo de prueba.

Prevención

Varias medidas de estilo de vida pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal:

  • Proyecciones regulares: Las personas que han tenido cáncer colorrectal anteriormente, que tienen más de 50 años de edad, que tienen antecedentes familiares de este tipo de cáncer o que tienen enfermedad de Crohn, síndrome de Lynch o poliposis adenomatosa deben realizarse exámenes de detección periódicos.
  • Nutrición: Siga una dieta con mucha fibra, frutas, verduras y carbohidratos de buena calidad y un mínimo de carnes rojas y procesadas. Cambie de grasas saturadas a grasas de buena calidad, como aguacate, aceite de oliva, aceites de pescado y nueces.
  • Ejercicio: Se ha demostrado que el ejercicio regular y moderado tiene un impacto significativo en la reducción del riesgo de que una persona desarrolle cáncer colorrectal.
  • Peso corporal: Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de muchos cánceres, incluido el cáncer colorrectal.

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