Cirugía cardíaca: ¿afecta la capacidad cognitiva?
Una revisión sistemática y un metanálisis recientes concluyeron que, después de una cirugía a corazón abierto, la capacidad cognitiva de una persona podría verse reducida, al menos a corto plazo.
Un nuevo análisis investiga el impacto de la cirugía cardíaca en el rendimiento cognitivo.Casi 8 millones de personas en los Estados Unidos se someten a cirugía cardiovascular u otros procedimientos relacionados cada año.
Gracias a las constantes mejoras realizadas por la ciencia médica, los procedimientos son cada vez más seguros y pueden dar a las personas una nueva vida.
Conscientes de las mejoras en la salud física debido a la cirugía cardiovascular, los científicos saben menos sobre el impacto cognitivo de la cirugía a corazón abierto.
Un estudio reciente se propuso comprender con precisión cómo la cirugía cardíaca podría influir en la mente. En particular, los investigadores estaban interesados en la cirugía de válvulas cardíacas.
Estudios anteriores han analizado el deterioro cognitivo después de algunos tipos de operación cardíaca, pero los científicos saben poco sobre el impacto en este grupo particular de pacientes quirúrgicos.
La cirugía de válvulas y la mente
Cada año en los EE. UU. Se realizan alrededor de 150.000 cirugías de válvulas cardíacas. En la mayoría de los casos, los cirujanos operan para tratar la estenosis aórtica. Esta es una condición en la que la válvula aórtica se estrecha, bloqueando parcialmente el flujo sanguíneo desde el corazón al resto del cuerpo.
Generalmente, la estenosis aórtica ocurre en personas de 65 años o más. Debido al envejecimiento de la población, se prevé que el número de casos de estenosis aórtica aumente significativamente en las próximas décadas.
A medida que las personas envejecen, su capacidad cognitiva tiende a disminuir, por lo que es crucial comprender cómo la cirugía cardíaca podría afectar aún más la capacidad cognitiva.
Para investigar, los investigadores combinaron datos de 12 estudios existentes. Evaluaron el rendimiento cognitivo de todos los participantes antes y después de la cirugía. En este análisis, los científicos también compararon los efectos de dos tipos de cirugía valvular: aórtica y mitral. Sus hallazgos fueron publicados recientemente en el Revista de la Sociedad Americana de Geriatría.
Los autores encontraron que en el primer mes después de la cirugía, hubo una disminución en la capacidad cognitiva. Sin embargo, también demostraron que a los 6 meses de la cirugía, la capacidad de pensamiento de una persona casi había vuelto a la normalidad.
De hecho, algunos de los estudios analizados para la revisión sugirieron que la capacidad cognitiva mejoró ligeramente 6 meses después de la cirugía, en comparación con antes de la cirugía.
El análisis también mostró que el rendimiento cognitivo de los pacientes respondió de manera diferente según el tipo de cirugía que se sometieron. Aquellos que se sometieron a cirugía en la válvula aórtica vieron déficits cognitivos más significativos en el primer mes después de la cirugía, mientras que aquellos que se sometieron a cirugía de la válvula mitral experimentaron un deterioro cognitivo menos significativo.
Sin embargo, durante los siguientes 6 meses, la diferencia en los déficits desapareció constantemente a medida que las capacidades cognitivas de quienes se sometieron a procedimientos de válvula aórtica se recuperaron.
Sin embargo, es posible que esta diferencia no se deba a los procedimientos en sí. Es posible que las diferencias se debieran a la edad: los individuos que se sometieron a procedimientos de válvula aórtica eran, en promedio, 9 años mayores que los que se sometieron a procedimientos de válvula mitral.
Más preguntas que respuestas
En general, los investigadores concluyen que es probable que las personas que se someten a una cirugía de válvulas cardíacas tengan una capacidad cognitiva reducida durante los primeros meses después del procedimiento.
Aunque es probable que la capacidad mental vuelva a la normalidad en 6 meses, este es un tema para futuras investigaciones. Los autores del estudio señalan que esto es una de las deficiencias del estudio: no investigaron el rendimiento cognitivo más allá del punto de los 6 meses.
Los autores también señalan que, para algunos de los estudios que analizaron, no estaba claro si los participantes se habían sometido a una cirugía previa o si este fue el primer evento.
Además, los investigadores no conocían otros factores que podrían haber influido en los cambios cognitivos, como el nivel de educación, el apoyo social, la depresión, la presión arterial y la gravedad de la enfermedad cardiovascular que padecía una persona.
Los autores esperan que sus hallazgos "alienten la evaluación cognitiva preoperatoria de rutina para establecer la evaluación cognitiva basal y posoperatoria para monitorear la trayectoria".
Según los autores, sería útil que los estudios futuros se centraran en los factores específicos que hacen que los pacientes de cirugía valvular sean más susceptibles al deterioro cognitivo. Esto podría orientar a los médicos mientras ayudan a los pacientes y sus familias durante el proceso de recuperación.