La relajación hace que las personas que se preocupan se sientan más ansiosas

Algunas personas se vuelven más ansiosas cuando intentan relajarse porque la relajación interrumpe su preocupación, según una nueva investigación.

Las técnicas de relajación pueden tener el efecto contrario en algunas personas.

Aunque la intención de los ejercicios de relajación es reducir la ansiedad, para algunas personas tienen el efecto contrario.

Un nuevo estudio concluye que, en estas personas, la relajación entra en conflicto con una estrategia que emplean para disminuir el impacto de los eventos negativos: la preocupación continua.

Los autores del estudio fueron Michelle Newman, profesora de psicología, y Hanjoo Kim, estudiante de posgrado en psicología, ambos en Penn State University, en College Park, Pensilvania.

El equipo resumió sus hallazgos en un artículo que aparece en la edición de diciembre de la Revista de trastornos afectivos.

¿Por que preocuparse?

En 2011, el profesor Newman desarrolló la teoría de la "evitación del contraste". Ella explica: "La teoría gira en torno a la idea de que las personas pueden ponerse ansiosas intencionalmente, como una forma de evitar la decepción que podrían tener si sucediera algo malo".

Preocuparse es, según esta teoría, esencialmente un intento de "pagar por adelantado" por algo que pueda suceder.

"Esto no es realmente útil", dice el profesor Newman. Sin embargo, dado que la mayoría de las cosas por las que uno tiende a preocuparse nunca ocurren, la conclusión del cerebro puede ser, dice, "'Me preocupé y no sucedió, así que debería seguir preocupándome'".

"La gente puede estar ansiosa por evitar un gran cambio en la ansiedad", continúa el profesor Newman, "pero en realidad es más saludable permitirse experimentar esos cambios".

Ella agrega: "Cuanto más lo haces, más te das cuenta de que puedes hacerlo, y es mejor permitirte estar relajado a veces".

Estudiar la relajación en personas con ansiedad

Desde la década de 1980, la comunidad médica ha reconocido la existencia de ansiedad inducida por la relajación, aunque el mecanismo detrás de ella ha sido un misterio, según el profesor Newman. Sospechaba que podría estar involucrada la evitación del contraste.

Como explican los investigadores en su artículo:

"El modelo de evitación del contraste postula que las personas con trastorno de ansiedad generalizada [...] temen un aumento brusco de la emoción negativa y, por lo tanto, prefieren preocuparse por mantener su afecto negativo, en lugar de estar en un estado más eutímico, como la relajación".

El equipo trabajó con 96 estudiantes universitarios en el nuevo estudio. Esto incluyó a 32 participantes con trastorno de ansiedad generalizada y 34 con trastorno depresivo mayor. Treinta participantes sin los trastornos sirvieron como grupo de control.

El experimento comenzó con ejercicios de relajación. Luego, los participantes vieron videos que los investigadores habían seleccionado con la intención de provocar miedo o tristeza.

Con la esperanza de identificar los efectos emocionales beneficiosos persistentes de los ejercicios de relajación, los investigadores luego administraron cuestionarios a cada participante. Las respuestas, esperaban los investigadores, también revelarían niveles de sensibilidad a los cambios emocionales provocados por los videos.

A continuación, los estudiantes participaron en una segunda serie de ejercicios de relajación, luego de lo cual completaron una encuesta sobre el nivel de ansiedad que habían sentido durante los ejercicios.

Los investigadores encontraron que las personas con trastorno de ansiedad generalizada eran más sensibles a los cambios emocionales extremos y que tendían a sentir más ansiedad mientras practicaban técnicas de relajación.

Kim observa que "las personas que son más vulnerables a la ansiedad inducida por la relajación suelen ser las que tienen trastornos de ansiedad y que pueden necesitar relajación más que otras".

En personas con trastorno depresivo mayor, el efecto, aunque presente, fue menos pronunciado.

Kim señala que una repetición del estudio en personas con trastorno de pánico y depresión leve persistente también podría ser informativo.

El valor de la investigación

Los conocimientos presentados en el estudio sugieren que las personas que viven con un trastorno de ansiedad generalizada pueden beneficiarse de la investigación de seguimiento.

Kim sospecha que "medir la ansiedad inducida por la relajación e implementar técnicas de exposición dirigidas a la desensibilización de la sensibilidad al contraste negativo puede ayudar a los pacientes a reducir esta ansiedad".

Además, señala el profesor Newman, "el entrenamiento en mindfulness y otras intervenciones pueden ayudar a las personas a dejarse llevar y vivir el momento".

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