Dirigirse a este gen podría matar el cáncer de próstata

Los investigadores han descubierto recientemente un nuevo gen que juega un papel importante en la promoción del cáncer de próstata y han demostrado que apagarlo puede matar las células cancerosas.

Los científicos pueden estar un paso más cerca de curar el cáncer de próstata.

Sugieren que podría servir como un objetivo para futuros tratamientos que pueden usarse en lugar de, o además de, las terapias a las que el cáncer de próstata eventualmente se vuelve resistente.

Un artículo ahora publicado en la revista Genética de la naturaleza informa cómo el bloqueo del gen, llamado ARN 1 largo no codificante regulado por AR (ARLNC1), destruyó las células cancerosas en las líneas celulares de cáncer de próstata.

El silenciamiento de ARLNC1 también redujo los tumores en modelos de ratón de cáncer de próstata, mientras que el aumento de su expresión hizo que los tumores crecieran.

Cáncer de próstata y resistencia a la terapia

El cáncer de próstata se desarrolla cuando las células crecen sin control en la próstata, que es una glándula que agrega líquido al semen a medida que pasa a través de la uretra en el cuerpo de un hombre.En los Estados Unidos, el cáncer de próstata es el segundo cáncer más común en los hombres.

Las estimaciones oficiales sugieren que habrá 164,690 nuevos casos de cáncer de próstata en los EE. UU. En 2018, lo que representa el 9.5 por ciento de todos los nuevos casos de cáncer.

Las tasas de muerte por cáncer de próstata han disminuido constantemente durante los últimos 25 años, y ahora, más del 98 por ciento de los hombres con la enfermedad probablemente vivan más de 5 años después del diagnóstico.

Las hormonas masculinas conocidas como andrógenos son vitales para el crecimiento de las células de la próstata, incluidas las cancerosas. Las hormonas interactúan con las células al unirse a proteínas celulares llamadas receptores de andrógenos. Esta unión envía señales a genes específicos para promover el crecimiento celular.

Los tratamientos actuales para el cáncer de próstata se dirigen al receptor de andrógenos en un intento de bloquear las señales que promueven el crecimiento celular.

Pero aunque la terapia con andrógenos puede tener éxito al principio, en la mayoría de los casos, la enfermedad se vuelve resistente al tratamiento y se convierte en una forma llamada "cáncer de próstata metastásico resistente a la castración", que es mucho más difícil de tratar.

ARN largos no codificantes

El nuevo estudio se basa en investigaciones genéticas recientes sobre "ARN largos no codificantes (lncRNA)", que son moléculas de ARN largas de ADN transcrito que no contienen instrucciones para producir proteínas.

Debido a que se entendían poco, se pensaba que los lncRNA pertenecían a la "materia oscura" del genoma. Sin embargo, el interés ha aumentado recientemente porque parecen ser importantes para controlar la biología celular.

Las nuevas herramientas que analizan el "transcriptoma", es decir, la "lectura" del genoma en las células, han hecho posible el estudio de lncRNA en tipos específicos de células, incluidas las células del cáncer de próstata.

En investigaciones anteriores, el autor correspondiente del estudio, Arul M. Chinnaiyan, profesor de patología y urología en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, y su equipo ya habían seleccionado miles de lncRNA.

Al analizar el transcriptoma de "líneas celulares y tejidos de cáncer de próstata", encontraron que un lncRNA en particular, llamado ARLNC1, estaba "fuertemente asociado" con la señalización del receptor de andrógenos.

Bucle de retroalimentación positiva

Descubrieron que no solo la proteína receptora de andrógenos promovía ARLNC1, sino que también ARLNC1 estabilizaba los niveles de la proteína receptora de andrógenos, lo que, a su vez, promovía más ARLNC1, creando así un "circuito de retroalimentación positiva".

Las pruebas en células que expresan el receptor de andrógenos mostraron que silenciar ARLNC1 condujo a la muerte de las células cancerosas y detuvo el crecimiento del tumor.

Otros experimentos con modelos de ratón mostraron que el aumento de ARLNC1 hacía que los tumores crecieran, mientras que silenciarlos los encogía.

El equipo concluye que, "en conjunto", los hallazgos apoyan la idea de que ARLNC1 mantiene un "circuito de retroalimentación positiva" que fortalece la señalización del receptor de andrógenos en la progresión del cáncer de próstata.

El Prof. Chinnaiyan y sus colegas planean continuar investigando ARLNC1 en el cáncer de próstata.

"Este estudio identifica un circuito de retroalimentación que potencialmente podríamos interrumpir como una alternativa al bloqueo directo del receptor de andrógenos".

Prof. Arul M. Chinnaiyan

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