Diez complicaciones laborales comunes
El proceso de trabajo de parto y nacimiento suele ser sencillo, pero a veces surgen complicaciones que pueden requerir atención inmediata.
Las complicaciones pueden ocurrir durante cualquier parte del proceso de parto.
Según el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, es más probable que se necesite ayuda especializada si un embarazo dura más de 42 semanas, si ha habido un parto por cesárea anterior o cuando la madre es mayor de edad. .
Este artículo analizará diez de los problemas que pueden ocurrir, por qué ocurren, el tratamiento disponible y algunas medidas que pueden ayudar a prevenirlos.
1. No progresar
Si la entrega tarda más de lo esperado, esto puede describirse como "falta de progreso". Esto puede suceder por varias razones.El trabajo de parto prolongado, el trabajo de parto que no progresa o el que no progresa es cuando el trabajo de parto dura más de lo esperado. Los estudios sugieren que esto afecta a alrededor del 8 por ciento de las personas que dan a luz. Puede suceder por varias razones.
La Asociación Estadounidense del Embarazo define el trabajo de parto prolongado como que dura más de 20 horas si es el primer parto. Para aquellas que han dado a luz anteriormente, la falta de progreso es cuando el trabajo de parto dura más de 14 horas.
Si el trabajo de parto prolongado ocurre durante la fase temprana o latente, puede ser agotador, pero no suele dar lugar a complicaciones.
Sin embargo, si ocurre durante la fase activa, es posible que se necesite una evaluación e intervención médica.
Las causas del trabajo de parto prolongado incluyen:
- dilataciones cervicales lentas
- borramiento lento
- un bebe grande
- un pequeño canal de parto o pelvis
- parto de varios bebés
- factores emocionales, como preocupación, estrés y miedo
Los analgésicos también pueden contribuir al retardar o debilitar las contracciones uterinas.
Si el trabajo de parto no progresa, el primer consejo es relajarse y esperar. La Asociación Estadounidense del Embarazo recomienda dar un paseo, dormir o tomar un baño tibio.
En las últimas etapas, los profesionales de la salud pueden administrar medicamentos para inducir el parto o recomendar un parto por cesárea.
2. Sufrimiento fetal
El “estado fetal no tranquilizador”, anteriormente conocido como sufrimiento fetal, se usa para describir cuando un feto parece no estar bien.
El nuevo término es recomendado por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), porque el “sufrimiento fetal” no es específico y puede resultar en un tratamiento inexacto.
El estado fetal no tranquilizador puede estar relacionado con:
- un latido cardíaco irregular en el bebé
- problemas con el tono y el movimiento de los músculos
- niveles bajos de líquido amniótico
Las causas y condiciones subyacentes pueden incluir:
- niveles insuficientes de oxígeno
- anemia materna
- hipertensión inducida por el embarazo en la madre
- retraso del crecimiento intrauterino (RCIU)
- líquido amniótico teñido con meconio
Es más probable que ocurra en embarazos que duran 42 semanas o más.
Las estrategias que pueden ayudar durante los episodios de estado fetal no tranquilizador incluyen:
- cambiar la posición de la madre
- aumentar la hidratación materna
- mantener la oxigenación de la madre
- amnioinfusión, donde se inserta líquido en la cavidad amniótica para aliviar la presión sobre el cordón umbilical
- tocólisis, una interrupción temporal de las contracciones que puede retrasar el trabajo de parto prematuro
- dextrosa hipertónica intravenosa
En algunos casos, puede ser necesario un parto por cesárea.
3. Asfixia perinatal
La asfixia perinatal se ha definido como "no iniciar y mantener la respiración al nacer".
Puede suceder antes, durante o inmediatamente después del parto, debido a un suministro inadecuado de oxígeno.
Es un término no específico que involucra una compleja gama de problemas.
Puede conducir a:
- hipoxemia o niveles bajos de oxígeno
- altos niveles de dióxido de carbono
- acidosis o demasiado ácido en la sangre
Pueden producirse problemas cardiovasculares y mal funcionamiento de órganos.
Antes del parto, los síntomas pueden incluir frecuencia cardíaca baja y niveles de pH bajos, lo que indica una alta acidez.
Al nacer, puede haber una puntuación APGAR baja de 0 a 3 durante más de 5 minutos.
Otras indicaciones pueden incluir:
- color de piel pobre
- frecuencia cardíaca baja
- tono muscular débil
- jadeando
- respiración débil
- líquido amniótico teñido con meconio
El tratamiento de la asfixia perinatal puede incluir proporcionar oxígeno a la madre o realizar una cesárea.
Después del parto, puede ser necesaria la respiración mecánica o la medicación.
4. Distocia de hombros
Cambiar de posición puede ayudar a resolver la distocia de hombros.La distocia de hombros ocurre cuando la cabeza sale por vía vaginal pero los hombros permanecen dentro de la madre.
No es común, pero es más probable que afecte a mujeres que no han dado a luz antes y es responsable de la mitad de todos los partos por cesárea en este grupo.
Los proveedores de salud pueden aplicar maniobras específicas para liberar los hombros:
Éstos incluyen:
- cambiar la posición de la madre
- girando manualmente los hombros del bebé
Es posible que se necesite una episiotomía o un ensanchamiento quirúrgico de la vagina para dejar espacio para los hombros.
Las complicaciones suelen ser tratables y temporales. Sin embargo, si también hay una frecuencia cardíaca fetal no tranquilizadora, esto puede indicar otros problemas.
Los posibles problemas incluyen:
- Lesión del plexo braquial fetal, una lesión nerviosa que puede afectar el hombro, los brazos y la mano, pero que por lo general se cura a tiempo.
- fractura fetal, en la que se rompe el húmero o la clavícula, que suelen curar sin problemas
- Lesión cerebral hipóxico-isquémica o bajo suministro de oxígeno al cerebro, que en casos raros puede poner en peligro la vida o provocar daño cerebral.
Las complicaciones maternas incluyen desgarro uterino, vaginal, cervical o rectal y sangrado abundante después del parto.
5. Sangrado excesivo
En promedio, las mujeres pierden 500 mililitros (ml) de sangre durante el parto vaginal de un solo bebé. Durante un parto por cesárea para un solo bebé, la cantidad promedio de sangre perdida es de 1000 ml.
Puede ocurrir dentro de las 24 horas posteriores al parto o hasta 12 semanas después, en el caso de hemorragia secundaria.
Alrededor del 80 por ciento de los casos de hemorragia posparto se deben a la falta de tono uterino.
El sangrado ocurre después de la expulsión de la placenta, porque las contracciones uterinas son demasiado débiles y no pueden proporcionar suficiente compresión a los vasos sanguíneos en el lugar donde la placenta se unió al útero.
Puede resultar en presión arterial baja, insuficiencia orgánica, shock y muerte.
Ciertas afecciones y tratamientos médicos pueden aumentar el riesgo de desarrollar hemorragia posparto:
- desprendimiento de placenta o placenta previa
- sobredistensión uterina
- embarazo de gestación múltiple
- hipertensión inducida por el embarazo
- varios nacimientos anteriores
- trabajo de parto prolongado
- el uso de fórceps o un parto asistido por vacío
- uso de anestesia general o medicamentos para inducir o detener el trabajo de parto
- infección
- obesidad
Otras afecciones médicas que pueden conducir a un mayor riesgo incluyen:
- desgarros de vasos sanguíneos cervicales, vaginales o uterinos
- hematoma de vulva, vagina o pelvis
- trastornos de la coagulación sanguínea
- placenta accreta, increta o percreta
- ruptura uterina
El tratamiento tiene como objetivo detener el sangrado lo antes posible.
Las opciones incluyen:
- el uso de medicación
- masaje uterino
- extracción de placenta retenida
- embalaje uterino
- atar vasos sanguíneos sangrantes
- cirugía, posible una laparotomía, para encontrar la causa del sangrado, o histerectomía, para extirpar el útero
El sangrado excesivo puede poner en peligro la vida, pero con ayuda médica rápida y adecuada, el pronóstico suele ser bueno.
6. Malposición
Puede ser necesario un parto por cesárea, una episiotomía o un parto con fórceps si la posición del bebé impide el parto.No todos los bebés estarán en la mejor posición para el parto vaginal. Mirar hacia abajo es la posición de parto fetal más común, pero los bebés pueden estar en otras posiciones.
Incluyen:
- mirando hacia arriba
- nalgas, ya sea las nalgas primero (nalgas francas) o los pies primero (nalgas completas)
- acostado de lado, horizontalmente a través del útero en lugar de verticalmente
Según la posición del bebé y la situación, puede ser necesario:
- cambiar manualmente la posición fetal
- usar fórceps
- Realizar una episiotomía, para agrandar quirúrgicamente la abertura.
- realizar un parto por cesárea
Cordón umbilical
Los problemas con el cordón umbilical incluyen:
- envolver al bebé
- comprimiéndose
- emergiendo antes que el bebé
Si se envuelve alrededor del cuello, se comprime o emerge antes que el bebé, probablemente se necesite ayuda médica.
7. Placenta previa
Cuando la placenta cubre la abertura del cuello uterino, esto se conoce como placenta previa. Por lo general, es necesario un parto por cesárea.
Afecta a alrededor de 1 de cada 200 embarazos en el tercer trimestre.
Es más probable que ocurra en aquellos que:
- ha tenido partos anteriores, y especialmente cuatro o más embarazos
- placenta previa previa, parto por cesárea o cirugía uterina
- tener un embarazo de gestación múltiple
- tiene más de 35 años
- tiene fibromas
- fumar
El síntoma principal es el sangrado sin dolor durante el tercer trimestre. Esto puede variar de ligero a pesado.
Otras posibles indicaciones incluyen:
- contracciones tempranas
- el bebé en posición de nalgas
- un útero de gran tamaño para la etapa del embarazo
El tratamiento suele ser:
- reposo en cama o reposo supervisado en el hospital, en casos graves
- transfusión de sangre
- parto por cesárea inmediata, si el sangrado no se detiene o si la lectura del corazón fetal no es tranquilizadora
Puede aumentar el riesgo de una afección conocida como placenta accreta, una afección potencialmente mortal en la que la placenta se vuelve inseparable de la pared del útero.
El médico puede recomendar evitar las relaciones sexuales, limitar los viajes y evitar los exámenes pélvicos.
8. Desproporción cefalopélvica
La desproporción cefalopélvica (DPC) es cuando la cabeza de un bebé no puede pasar a través de la pelvis de la madre.
Según el American College of Nurse Midwives, la desproporción cefalopélvica ocurre en 1 de cada 250 embarazos.
Esto puede suceder si:
- el bebé es grande o tiene una cabeza grande
- el bebé está en una posición inusual
- la pelvis de la madre es pequeña o tiene una forma inusual
Normalmente será necesario un parto por cesárea.
9. Rotura uterina
Si alguien ha tenido un parto por cesárea anteriormente, existe una pequeña posibilidad de que la cicatriz se abra durante el trabajo de parto futuro.
Si esto sucede, el bebé puede estar en riesgo de falta de oxígeno y puede ser necesario un parto por cesárea. La madre puede correr riesgo de sangrado excesivo.
Además de un parto por cesárea anterior, otros posibles factores de riesgo incluyen:
- la inducción del trabajo de parto
- el tamaño del bebé
- edad materna de 35 años o más
- el uso de instrumentos en el parto vaginal
Las mujeres que planean un parto vaginal después de haber tenido un parto por cesárea previamente deben intentar dar a luz en un centro de atención médica. Esto proporcionará acceso a instalaciones para un parto por cesárea y transfusión de sangre, en caso de que sea necesario.
Los signos de una ruptura uterina incluyen:
- una frecuencia cardíaca anormal en el bebé
- dolor abdominal y sensibilidad de la cicatriz en la madre
- progreso lento en el trabajo de parto
- sangrado vaginal
- frecuencia cardíaca rápida y presión arterial baja en la madre
La atención y el seguimiento adecuados pueden reducir el riesgo de consecuencias graves.
10. Trabajo de parto rápido
Juntas, las tres etapas del trabajo de parto suelen durar de 6 a 18 horas, pero a veces duran solo de 3 a 5 horas.
Esto se conoce como trabajo de parto rápido o trabajo de parto precipitado.
Las posibilidades de un parto rápido aumentan cuando:
- el bebé es más pequeño que el promedio
- el útero se contrae de manera eficiente y fuerte
- el canal de parto es compatible
- hay antecedentes de trabajo de parto rápido
El trabajo de parto rápido puede comenzar con una serie repentina de contracciones rápidas e intensas. Esto puede dejar poco tiempo para descansar. Pueden parecerse a una contracción continua.
Las desventajas del trabajo de parto rápido son que:
- puede dejar a la madre sintiéndose fuera de control
- Es posible que no haya tiempo suficiente para llegar a un centro de atención médica.
- puede aumentar el riesgo de desgarro y laceración del cuello uterino y la vagina, hemorragia y shock posparto
Los riesgos para el bebé incluyen:
- aspiración de líquido amniótico
- una mayor probabilidad de infección si el parto se realiza en un lugar no esterilizado
Si hay signos de inicio rápido del trabajo de parto, es importante:
- comuníquese con un médico o partera.
- usar técnicas de respiración y pensamientos calmantes para sentirse más en control
- permaneciendo en un lugar estéril
Acostarse boca arriba o de costado puede ayudar.
¿Las complicaciones pueden ser fatales?
Las complicaciones durante el embarazo pueden poner en peligro la vida en partes del mundo donde hay una falta de atención médica adecuada.
En todo el mundo, se esperaba que ocurrieran 303.000 muertes en 2015, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En los EE. UU., La cifra es de alrededor de 700 por año.
Las principales causas son:
- sangrado
- infección
- terminación insegura
- eclampsia, que provoca hipertensión arterial y convulsiones
- complicaciones del embarazo que empeoran en el momento del parto
La atención médica adecuada puede prevenir o resolver la mayoría de estos problemas.
Es vital asistir a todas las visitas prenatales durante el embarazo y seguir los consejos e instrucciones del médico con respecto al embarazo y el parto.