Un estudio del cerebro revela por qué algunas personas no siguen su dieta

Las diferencias en la anatomía del cerebro podrían explicar por qué algunas personas luchan por mantener una dieta saludable mientras que otras no.

La anatomía de su cerebro podría ser responsable de qué tan bien va su dieta.

Esta fue la conclusión a la que llegaron los investigadores después de encontrar que el volumen de materia gris en dos regiones del cerebro predijo la capacidad de ejercer control sobre las elecciones de alimentos.

Las regiones del cerebro son la corteza prefrontal dorsolateral (dlPFC) y la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC). Se cree que estos son importantes para evaluar las opciones y el autocontrol.

En un artículo ahora publicado en el Revista de neurociencia, los investigadores sugieren que los hallazgos identifican marcadores cerebrales que podrían predecir el "éxito y el fracaso de la dieta" y proporcionar posibles objetivos de tratamiento para "la obesidad y los trastornos alimentarios relacionados".

El estudio también debería promover la investigación sobre mejores formas de evaluar y tratar los trastornos alimentarios que involucran problemas de autocontrol, como atracones y anorexia nerviosa.

"No siempre está muy claro", dice la autora principal del estudio Hilke Plassmann, profesora presidida por INSEAD de Neurociencia de la Decisión, con sede en Fontainebleau en Francia, "cómo evaluar estos trastornos".

La "neuroeconomía" de la alimentación

El estudio pertenece a la ciencia de la neuroeconomía, que analiza las "funciones cerebrales detrás de la toma de decisiones".

Los investigadores en este campo sugieren que existen dos mecanismos que gobiernan cómo elegimos los alimentos que comemos. Primero, evaluamos cada característica de un alimento. Una característica, por ejemplo, puede ser "buen gusto", mientras que otra puede ser "saludable".

Luego seleccionamos el artículo que tiene el valor total más alto después de tener en cuenta la importancia que le damos a cada característica.

La profesora Plassmann y sus colegas querían investigar qué estructuras cerebrales podrían estar involucradas en tales elecciones y si hay algo en ellas que pueda predecir la capacidad de seleccionar las más saludables.

Estudiaron datos de imágenes de escáneres cerebrales tomados de personas sanas, 45 hombres y 78 mujeres, mientras tomaban decisiones sobre los alimentos.

Los hombres y las mujeres participaron en una serie de experimentos mientras se sometían a escáneres de resonancia magnética de sus cerebros.

Materia gris y autocontrol dietético

Durante estos experimentos, los participantes observaron imágenes de alimentos y se les pidió que les asignaran valores de acuerdo con el sabor y la salubridad. También se les pidió que tomaran una decisión basada en la salubridad.

Cuando compararon los datos de imágenes con las opciones, los científicos encontraron que el volumen de materia gris en el dlPFC y el vmPFC era un buen predictor de opciones saludables.

Los hallazgos revelaron que las personas con más volumen de materia gris tendían a mostrar más autocontrol. Lo hicieron poniendo un valor más alto en la salubridad o un valor más bajo en el sabor cuando se les pidió que consideraran la salubridad.

Los investigadores también encontraron una relación similar entre el volumen de materia gris en el vmPFC y el dlPFC y el "autocontrol dietético" en otro conjunto de datos con diferentes sujetos y un tipo diferente de tarea que "implicaba distanciarse de los antojos de alimentos apetitivos y poco saludables".

Dicen que su estudio es el primero en mostrar que las diferencias en la anatomía dlPFC y vmPFC pueden influir en la elección de alimentos saludables por parte de las personas. Sin embargo, los hallazgos no sugieren que las personas tengan que aceptar estas condiciones como fijas.

El cerebro tiene "plasticidad", lo que significa que puede adaptarse. El volumen de materia gris es similar al músculo y se puede desarrollar con "ejercicio".

"En el futuro, es posible que podamos idear intervenciones basadas en el cerebro, de modo que pueda cambiar la densidad de materia gris en estas regiones".

Prof. Hilke Plassmann

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