¿Puedes tener alergia al ajo?

El ajo es un bulbo de la familia de las azucenas. Usado para dar sabor a los alimentos, también se vende ampliamente en forma de polvo o aceite.

Algunas personas toman suplementos de ajo por sus posibles beneficios, como reducir el colesterol y la presión arterial alta.

Las verdaderas alergias al ajo son raras y es más probable que una persona tenga intolerancia. En este artículo, analizamos los síntomas de las alergias e intolerancias al ajo. También describimos los alimentos que se deben evitar y cómo prevenir una reacción alérgica.

Síntomas

Una alergia al ajo puede causar síntomas como calambres de estómago y vómitos.

Una alergia ocurre cuando el cuerpo entra en contacto con una sustancia extraña y reacciona de forma exagerada, liberando células inmunes inflamatorias.

Estas reacciones pueden variar de leves a graves. Si una persona tiene una reacción leve en un momento, es posible que tenga una reacción grave más adelante.

Los síntomas asociados con una alergia alimentaria incluyen:

  • tos
  • dificultad para tragar
  • mareo
  • urticaria
  • calambres estomacales
  • hormigueo, especialmente alrededor de la boca
  • vomitando
  • sibilancias

En su forma más grave, una alergia al ajo podría desencadenar una anafilaxia. Esto hace que la garganta se hinche, lo que puede dificultar la respiración.

Una persona también puede tener intolerancia al ajo, que es diferente de una alergia. Una intolerancia puede causar síntomas desagradables pero no desencadena una respuesta del sistema inmunológico.

Los ejemplos de síntomas asociados con la intolerancia al ajo incluyen:

  • hinchazón
  • tosiendo
  • dolores de cabeza
  • náusea
  • una nariz que moquea

Estos síntomas suelen tardar más en aparecer que los de una alergia. Las reacciones alérgicas suelen ocurrir poco después de comer o entrar en contacto con un alimento problemático, mientras que los síntomas de intolerancia pueden tardar varias horas en aparecer.

Causas

Las alergias alimentarias ocurren cuando el cuerpo reacciona a una sustancia normalmente inofensiva como si fuera un invasor extraño, como un virus de la gripe o el resfriado. El cuerpo combate la amenaza percibida con una respuesta inflamatoria, lo que lleva a síntomas como estornudos, hinchazón y tos.

Los médicos no saben por qué algunas personas experimentan alergias a ciertos alimentos y no a otros.

Saben que tener antecedentes familiares de alergias aumenta el riesgo de una persona.

Varias afecciones, incluidos el asma y el eccema, también pueden hacer que una persona sea más propensa a las alergias.

Los niños tienden a tener más alergias alimentarias que los adultos, pero los síntomas pueden desaparecer a medida que envejecen.

Comidas que se deben evitar

El ajo es un condimento común, por lo que conocer los alimentos que pueden contener ajo es esencial para las personas alérgicas.

El ajo se usa para sazonar una amplia variedad de alimentos. Una persona con intolerancia puede consumir pequeñas cantidades de ajo sin experimentar síntomas. Sin embargo, algunas personas con intolerancias o alergias experimentan síntomas graves cada vez que comen ajo.

Los alimentos que generalmente contienen ajo incluyen:

  • chutneys
  • pastas, como lasaña y espaguetis
  • salsas
  • sopas
  • mantequillas y aceites

El ajo, la cebolla y verduras similares pertenecen a la familia de las azucenas. Cualquier persona con alergia o intolerancia al ajo también puede ser sensible a las cebollas, cebolletas, puerros o chalotes. Consume estas verduras con precaución hasta descartar reacciones adversas.

Los siguientes consejos pueden ayudar a evitar el ajo en las comidas:

  • Es posible que el ajo y las cebollas no se mencionen específicamente en las listas de ingredientes, sino que se incluyan entre los "condimentos" o "aromatizantes".
  • Algunos fabricantes de alimentos incluyen un número de teléfono en el empaque, por lo que una persona puede llamar y preguntar sobre los alérgenos.
  • Informe al personal del restaurante sobre una alergia al ajo o las cebollas, para asegurarse de que ningún alimento o salsas prefabricadas contenga estos ingredientes.

Algunas personas llevan una tarjeta o usan un brazalete que identifica sus alergias. Están diseñados para informar al personal médico y acelerar el tratamiento en caso de una reacción alérgica grave.

Pruebas de alergia

La prueba de alergia al ajo puede implicar tomar una muestra de sangre después de consumir el ajo.

Los médicos pueden realizar pruebas para detectar muchas alergias alimentarias comunes. Una prueba consiste en pinchar suavemente la piel del antebrazo y colocar una pequeña muestra líquida del posible alérgeno en el área. Si la piel se inflama, la persona puede ser alérgica.

Sin embargo, actualmente no se puede usar una prueba de punción cutánea para diagnosticar una alergia al ajo. Si un médico no puede hacer un diagnóstico confiable basándose solo en los síntomas, puede solicitar que una persona consuma un poco de ajo antes de someterse a un análisis de sangre, para verificar la respuesta del sistema inmunológico.

panorama

Las alergias al ajo son raras, por lo que es más probable que una persona tenga intolerancia.

Evitar este ingrediente común puede ser un desafío. Una persona debe explicar detalladamente las posibles consecuencias al personal del restaurante, la familia y los amigos.

Consulte a un especialista para obtener más información sobre la alergia al ajo y las opciones de tratamiento. Para las personas que requieren un alivio rápido de reacciones graves, el médico puede recetar un inyector de epinefrina, comúnmente conocido como EpiPen.

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