Reemplazar la 'carne de res por pollo' podría reducir el riesgo de cáncer de mama

Los investigadores, utilizando datos de más de 40.000 mujeres, concluyen que comer carne roja está asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama, pero el consumo de aves de corral parece estar relacionado con un riesgo menor.

Un estudio reciente investiga el impacto de la carne en el riesgo de cáncer de mama.

El cáncer de mama afecta a alrededor de 1 de cada 8 mujeres en los Estados Unidos durante su vida; después del cáncer de piel, es el cáncer más común en las mujeres.

Las tasas de cáncer de mama varían significativamente entre las regiones, lo que implica que los factores ambientales y de estilo de vida influyen.

Comprender las causas de estas variaciones podría ayudar a los científicos a encontrar formas de minimizar el riesgo de cáncer de mama.

Con ese fin, algunos investigadores se están enfocando en cómo la nutrición impacta en el cáncer.

Sin embargo, debido a que todos tenemos hábitos dietéticos únicos y a que cada cáncer se comporta de manera diferente, desentrañar el papel de los alimentos es un desafío.

Un estudio reciente investiga el papel potencial de la carne en el riesgo de cáncer de mama. Los científicos ya han relacionado la carne con algunos cánceres, pero su papel en el riesgo de cáncer de mama es menos claro.

¿Consumo de carne roja y cáncer de mama?

Los investigadores se propusieron investigar la relación entre todos los tipos de carne y el cáncer de mama. También analizaron si los métodos de cocción (qué tan bien cocina la carne la gente) podrían asociarse con el riesgo.

Publicaron sus hallazgos en el Revista Internacional de Cáncer.

Los científicos tomaron datos del Sister Study, que incluye participantes de Estados Unidos y Puerto Rico. En total, utilizaron datos de 42 012 mujeres que tenían entre 35 y 74 años. El equipo siguió a los participantes durante un promedio de 7,6 años. Durante ese tiempo, hubo 1.536 casos de cáncer de mama.

Cada participante proporcionó información que incluía su historial médico, incidencia de cáncer en su familia, factores de estilo de vida, dieta, altura, peso e información demográfica.

Los investigadores tuvieron acceso a información detallada sobre la ingesta de carne, incluidos el tamaño de las porciones y el tipo de carne.

También preguntaron a los participantes cómo solían preparar su bistec, hamburguesas y chuletas de cerdo con opciones que cubrían el espectro completo de “cocción”, desde poco común hasta carbonizado.

Una vez que los científicos realizaron el análisis, encontraron que las mujeres que comían más carne roja tenían un 23% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama que las que comían menos carne roja.

Sin embargo, estudios previos que analizaron los vínculos entre la carne roja y el cáncer de mama no han producido resultados tan claros; algunos investigadores no han encontrado asociación y otros solo han identificado un eslabón relativamente débil.

Riesgo de cáncer de mama y aves de corral

Los resultados del análisis de las aves de corral fueron, quizás, más sorprendentes, ya que esta categoría de carne parecía tener un efecto protector.

Los científicos calcularon que quienes comían más aves de corral tenían un riesgo 15% menor de desarrollar cáncer de mama que quienes comían menos aves de corral.

Incluso cuando los científicos controlaron una variedad de factores, incluida la raza, los ingresos del hogar, los niveles de actividad física, los antecedentes familiares de cáncer, el consumo de lácteos, el consumo de vegetales, la ingesta energética general, el índice de masa corporal (IMC), el uso de anticonceptivos y consumo de alcohol, dicen que los resultados siguen siendo significativos.

Los científicos utilizaron modelos de sustitución para predecir cómo cambiaría el riesgo de cáncer de mama si una persona que comiera una gran cantidad de carne roja cambiara a las aves de corral. En estos modelos, los autores encontraron que la asociación beneficiosa de la carne de ave con el riesgo de cáncer de mama era "más pronunciada".

"Si bien el mecanismo a través del cual el consumo de aves de corral disminuye el riesgo de cáncer de mama no está claro, nuestro estudio proporciona evidencia de que la sustitución de las carnes rojas por aves de corral puede ser un cambio simple que puede ayudar a reducir la incidencia de cáncer de mama".

El autor principal Dale P. Sandler, Ph.D.

Añadiendo al debate en torno a las aves de corral

Aunque la relación de las aves de corral con el riesgo de cáncer de mama puede parecer sorprendente, esta no es la primera vez que la ciencia lo nota. Un estudio anterior encontró que una alta ingesta de pollo frito con piel aumentaba el riesgo de cáncer de mama mientras que, por el contrario, la ingesta de pollo sin piel reducía el riesgo.

Un estudio adicional concluyó que el pollo, cocinado por cualquier método, era "significativamente protector" contra el cáncer de mama.

Sin embargo, otros científicos no han encontrado vínculos entre el consumo de carne y el cáncer de mama.

Como siempre, los investigadores deben realizar más trabajo antes de poder llegar a una conclusión sólida sobre el papel de la carne en el cáncer de mama.

Aparte de la posible influencia del consumo de carne, los investigadores del último estudio no encontraron ningún vínculo entre la forma en que las personas cocinaban la carne y el riesgo de cáncer de mama.

Limitaciones del método de investigación

El estudio incluyó una gran cantidad de participantes, lo que da peso a los hallazgos, pero siempre hay limitaciones; por ejemplo, este último estudio es de observación, por lo que no puede distinguir fácilmente la causa y el efecto.

Además, la información dietética solo se tomó una vez, al comienzo del estudio, por lo que es posible que los participantes cambiaran sustancialmente sus hábitos alimenticios durante el estudio de 6 años.

También vale la pena señalar que el estudio solo examinó a las mujeres, por lo que es posible que sus hallazgos no se apliquen al riesgo de cáncer de mama en los hombres.

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