El poder oculto de los narcisos en la lucha contra el cáncer

Nueva investigación publicada en la revista Estructura ha descubierto que un extracto natural de narcisos tiene propiedades anticancerígenas. Establece el mecanismo molecular por el cual el extracto podría desencadenar la muerte de las células cancerosas.

Es posible que no pueda saberlo mirándolos, pero los narcisos podrían tener el poder de destruir el cáncer, según una nueva investigación.

La nueva investigación, dirigida por Denis Lafontaine, de la Facultad de Ciencias de la Université Libre de Bruxelles (ULB) en Bélgica, probó las propiedades anticancerígenas de un extracto de narciso natural llamado hemamina.

La hemanthamina (HAE) es un alcaloide natural, es decir, una sustancia química natural que se encuentra en las plantas y que tiene un fuerte efecto fisiológico en los seres humanos.

Como explican Lafontaine y su equipo, se ha sugerido que el extracto de narciso es útil en la lucha contra el cáncer; Estudios in vitro anteriores, que fueron llevados a cabo tanto por el equipo de Lafontaine como por otros investigadores, han demostrado que el HAE tiene efectos anticancerígenos que superan la resistencia de las células a la apoptosis o muerte celular.

En este nuevo estudio, los investigadores, del Laboratorio de Biología Molecular de ARN de la Facultad de Ciencias y del Centro de Investigación del Cáncer ULB, han revelado que el HAE activa una "vía de vigilancia antitumoral". Los resultados sirven para iluminar el mecanismo por el cual las plantas de la familia conocida como alcaloides Amaryllidaceae pueden combatir el cáncer.

Las plantas de Amarilidáceas se encuentran entre las 20 “familias de plantas medicinales más consideradas” debido a sus compuestos farmacológicamente activos.

Muerte de hambre a las células cancerosas de proteínas

Como explican los investigadores en su estudio, las células cancerosas necesitan la síntesis de proteínas para crecer y progresar. Los orgánulos celulares conocidos como ribosomas son cruciales para sintetizar proteínas; de hecho, los ribosomas a menudo se describen como "micromáquinas para producir proteínas".

Entonces, los ribosomas son, en cierto modo, el talón de Aquiles de las células cancerosas; las células malignas son especialmente sensibles a las terapias que impiden que los ribosomas funcionen correctamente.

En su artículo, Lafontaine y sus colegas muestran que el HAE inhibe la producción de proteínas al actuar sobre estos ribosomas. El extracto parece bloquear la producción de ribosomas en el llamado nucleolo, algo parecido a una "fábrica de ribosomas".

El estrés nucleolar así inducido desencadena una reacción en cadena que culmina con la eliminación de las células cancerosas: activa una vía de vigilancia tumoral, que estabiliza una proteína llamada p53, que a su vez conduce a la muerte celular.

Importancia de los hallazgos, investigación futura

Según el conocimiento de los autores, esta es la primera vez que un estudio ofrece una explicación molecular de las propiedades anticancerígenas de los narcisos, que se han utilizado en la medicina popular desde los tiempos de la antigua Grecia.

Refiriéndose a los alcaloides de las amarilidáceas, los autores del estudio explican que "sus actividades biológicas no se limitan a los efectos anticancerígenos, sino que incluyen posibles efectos anticolinesterásicos, antipalúdicos, antivirales y antiinflamatorios".

La morfina, un fuerte analgésico, así como la quinina (que se usa contra la malaria) y la efedrina (que se usa en el tratamiento del asma) son parte de la misma familia que el HAE.

Los autores concluyen: “[D] eamos un fundamento para diseñar moléculas con potencias mejoradas y toxicidades reducidas”.

Por lo tanto, los investigadores ahora están buscando probar cuatro alcaloides de Amaryllidaceae en un intento de identificar el compuesto más prometedor que se puede desarrollar en una forma válida de terapia contra el cáncer.

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