Uso de datos de EEG para diagnosticar la enfermedad de Parkinson

Actualmente, el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson se basa en la opinión profesional de un neurólogo. Los investigadores detrás de un nuevo estudio creen que un electroencefalograma puede ser una alternativa más eficaz.

Una nueva investigación sugiere que una prueba de EEG podría ayudar a diagnosticar la enfermedad de Parkinson.

La enfermedad de Parkinson afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo, según la Fundación de Parkinson, pero no se ha demostrado que ninguna exploración la diagnostique definitivamente.

En cambio, un neurólogo evaluará a una persona pidiéndole que lleve a cabo determinadas tareas. Estos pueden incluir escribir o dibujar, caminar y hablar.

También examinarán la cara y las extremidades para detectar signos de temblores y dificultades en la expresión facial.

Dado que el diagnóstico es bastante subjetivo en la actualidad, los investigadores han intentado encontrar un método más sencillo y científico. Un equipo de la Universidad de Oregon, en Eugene, y la Universidad de California, San Diego, ha estudiado las posibilidades de un EEG.

Un EEG registra la actividad eléctrica producida por el cerebro a través de pequeños sensores conectados al cuero cabelludo. Los intentos de utilizar las lecturas de EEG para el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson no siempre han producido los resultados que los investigadores estaban buscando.

Nicole Swann, Ph.D., investigadora principal del nuevo estudio y profesora asistente en el Departamento de Fisiología Humana de la Universidad de Oregon, dice que esto se debe a que, en el pasado, las ondas sinusoidales eran el punto focal. Estas son ondas beta filtradas para parecer más redondas.

Una búsqueda de nitidez

Pero son los ángulos y la agudeza de las ondas cerebrales los que podrían ser la clave para detectar el Parkinson, según los hallazgos del nuevo estudio, que aparecen en la revista. eNeuro.

Mientras trabajaba en su doctorado en la Universidad de California, San Diego, el autor del estudio Scott Cole, Ph.D., se dio cuenta de un vínculo potencial entre la enfermedad y ondas cerebrales agudas.

Usando lecturas de EEG tomadas de 15 pacientes de Parkinson y 16 individuos sanos, el equipo se centró en las ondas sin filtrar.

"Las señales en bruto suben y bajan como ondas sinusoidales pero con más asimetría", explica Swann, y agrega: "La pendiente, la inclinación, resulta ser importante en los pacientes de Parkinson".

De hecho, el equipo notó que los pacientes de Parkinson que no tomaban medicación tenían un pico más agudo en la parte superior de su onda cerebral, en comparación con la parte inferior.

Descubrir que un método no invasivo como un EEG podría ser una herramienta de diagnóstico prometedora puede tener consecuencias importantes para el futuro de la enfermedad. El equipo espera que los médicos e investigadores puedan usar la prueba para rastrear los cambios relacionados con el Parkinson en el cerebro a lo largo de los años.

"Aún no sabemos si este enfoque será mejor, pero podría proporcionar mediciones cerebrales fácilmente obtenidas que serían útiles y posiblemente se usarían en conjunto con observaciones clínicas y otras mediciones de EEG", señala Swann.

Cambiar el curso del tratamiento

El método EEG también podría tener un efecto sobre el tratamiento. Actualmente, los médicos pueden recetar medicamentos o implantar un estimulador eléctrico en el cerebro.

"Si hubiera medidas en tiempo real de la eficacia de los tratamientos para reducir los síntomas negativos de la enfermedad de Parkinson, los tratamientos podrían ajustarse en tiempo real", dice el coautor y neurocientífico Bradley Voytek, Ph.D. de la Universidad de California.

"En el caso de un estimulador cerebral invasivo, esto podría significar aplicar estimulación eléctrica solo cuando sea necesario".

"En el caso de la farmacología, significaría ajustar la dosis de un fármaco, al igual que la monitorización continua de la glucosa realizada por un implante puede indicar a una bomba que ajuste los niveles de insulina según sea necesario".

Para los investigadores, se está preparando un estudio más amplio que examine los datos de EEG, los historiales médicos y los autoinformes de los pacientes.

Si los resultados demuestran ser consistentes, las personas con Parkinson podrían eventualmente realizar sus propios EEG en casa, enviando los datos directamente a un neurólogo para su análisis inmediato.

El único problema con esto, señala Voytek, es que obtener las ondas cerebrales derechas no es fácil de hacer en un entorno hogareño. Investigaciones posteriores demostrarán si esto también se puede cambiar.

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