Las cáscaras de cacao pueden ayudar a prevenir la resistencia a la insulina inducida por la obesidad

La obesidad altera las células de formas que pueden provocar problemas de salud a largo plazo. Los ejemplos de cambios celulares inducidos por la obesidad incluyen inflamación y daño a las funciones metabólicas, como la capacidad de usar insulina y producir energía.

Los compuestos del cacao pueden tener el potencial de prevenir afecciones relacionadas con la obesidad, según una nueva investigación.

Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y otras instituciones ha demostrado que el extracto de cáscara de cacao contiene tres compuestos que podrían reducir o prevenir algunos de estos cambios celulares.

El cacao, el té verde y el café también contienen los mismos tres compuestos, que son: ácido protocatechico, epicatequina y procianidina B2.

Un reciente Nutrición molecular e investigación alimentaria el artículo da cuenta del estudio y sus hallazgos.

Los tres compuestos son fenólicos vegetales, un grupo que se encuentra en todo el reino vegetal. En los últimos años, los científicos se han interesado cada vez más en las propiedades para la salud de los fenólicos vegetales.

En la obesidad, los adipocitos blancos, un tipo de célula grasa, adquieren demasiada grasa y estimulan el crecimiento de células inmunes llamadas macrófagos.

La interacción entre los adipocitos cargados de grasa y los macrófagos, a su vez, promueve un estado de inflamación persistente o crónica que acompaña a la obesidad.

Finalmente, la inflamación crónica reduce la capacidad de las células para absorber y convertir la glucosa en energía. Este deterioro causa resistencia a la insulina, que es un precursor de la diabetes tipo 2.

Los fenoles tratan los cambios celulares inducidos por la obesidad

Una combinación de demasiada grasa, niveles crecientes de glucosa e inflamación también daña las mitocondrias, las pequeñas centrales eléctricas en las células que producen energía quemando grasa y glucosa.

Sin embargo, después de estudiar estos diversos efectos relacionados con la obesidad en las células grasas e inmunes de ratones, los investigadores descubrieron que podían tratarlos con extracto de cáscara de cacao.

"Observamos", dice el autor principal del estudio, Miguel Rebollo-Hernanz, Ph.D., "que el extracto fue capaz de mantener las mitocondrias y su función, modulando el proceso inflamatorio y manteniendo la sensibilidad de los adipocitos a la insulina".

Rebollo-Hernanz es investigadora visitante en el Departamento de Ciencia de los Alimentos y Nutrición Humana de la Universidad de Illinois.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 había más de 650 millones de personas con obesidad en todo el mundo.

Las estimaciones de la OMS también sugieren que cada año se producen alrededor de 2,8 millones de muertes por sobrepeso u obesidad. Además, la proporción de personas con obesidad casi se ha triplicado en los 40 años previos a 2016.

Las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades a largo plazo como diabetes tipo 2, cáncer y afecciones que afectan el corazón y los vasos sanguíneos.

Estudios anteriores han demostrado que a medida que avanza la obesidad, la grasa se acumula, junto con un aumento en los macrófagos del tejido adiposo que promueven "inflamación crónica de bajo grado y metabolismo desregulado".

Los glóbulos blancos se volvieron quemagrasas y beige

Para el nuevo estudio, Rebollo-Hernanz y sus colegas querían averiguar si apuntar a la interacción entre adipocitos y macrófagos con el extracto de cáscara de cacao y sus principales fenólicos podría prevenir el daño mitocondrial y la resistencia a la insulina que puede inducir la obesidad.

Realizaron varios experimentos celulares y también utilizaron modelos informáticos y bioinformática para analizar el impacto molecular de cada compuesto en las interacciones adipocitos-macrófagos.

En una serie de experimentos, los científicos consiguieron que los adipocitos blancos crecieran en un cultivo que contenía macrófagos. Rebollo-Hernanz dice que vieron que los adipocitos blancos que crecían de esta manera tenían menos mitocondrias y que las mitocondrias que crecían estaban dañadas.

Sin embargo, él y sus colegas descubrieron que el tratamiento de las células con extracto de cáscara de cacao o con cada uno de los tres fenólicos reparaba las mitocondrias dañadas y reducía la acumulación de grasa en las células.

En una inspección más cercana, encontraron que la adición de los compuestos al cultivo hacía que los adipocitos blancos se convirtieran en "adipocitos beige".

Los adipocitos beige se diferencian de los blancos en que tienen muchas más mitocondrias y son mucho más eficientes para quemar grasa.

Si los hallazgos también se aplican a las células humanas, el equipo ve potencial en el uso de extracto de cáscara de cacao como aditivo para aumentar el valor nutricional de alimentos y bebidas.

Además de estos beneficios nutricionales, el equipo destaca las posibles ventajas ambientales del uso de extracto de cáscara de cacao para mejorar la nutrición.

Típicamente un producto de desecho de la industria del cacao, las cáscaras de cacao en grano pueden dañar el medio ambiente si los productores, que desechan alrededor de 700.000 toneladas al año, no desechan las cáscaras de manera responsable, señala la profesora Elvira González de Mejía, coautora del estudio .

"Suponiendo que estos fenólicos fueran los actores principales en este extracto, podemos decir que consumirlos podría prevenir la disfunción mitocondrial en el tejido adiposo".

Miguel Rebollo-Hernanz, Ph.D.

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