Qué saber sobre una vagina floja

Los músculos elásticos de la vagina pueden estirarse y volver a su forma habitual. Durante el envejecimiento y después del parto, los músculos alrededor de la vagina pueden volverse menos fuertes. A pesar de los mitos, el sexo no tiene un impacto duradero sobre la tensión vaginal.

Los músculos del suelo pélvico rodean la vagina. Estos pueden debilitarse con el tiempo, lo que puede provocar una sensación de aflojamiento en la vagina.

Los músculos débiles del piso pélvico también pueden provocar problemas como incontinencia, lo que hace que la orina se escape del cuerpo. Los ejercicios del suelo pélvico pueden ayudar a fortalecer los músculos de la vagina.

En este artículo, separamos el mito de la realidad y descubrimos cómo fortalecer el suelo pélvico.

Sexo

Una vagina puede aflojarse a medida que los músculos que la rodean se debilitan con el tiempo.

Durante la excitación sexual, los músculos de la vagina se relajan y esto permite el sexo con penetración.

Estos músculos se relajan lentamente, por lo que los juegos previos pueden ser muy importantes. Después del sexo, la vagina vuelve a su forma y tensión habituales.

Existen muchos mitos sobre el efecto del sexo con penetración en el cuerpo femenino. No hay evidencia de que el sexo provoque un aflojamiento de la vagina con el tiempo.

La vagina está temporalmente más abierta antes, durante y después de las relaciones sexuales. Esto es similar a que la boca se estira para bostezar o comer y luego vuelve a su forma habitual.

El himen es una membrana delgada que rodea la vagina. Tener relaciones sexuales con penetración por primera vez puede estirar ligeramente el himen, lo que puede hacer que la vagina se sienta un poco más abierta.

No hay dos cuerpos iguales y el sexo con una nueva pareja puede parecer muy diferente. Los cuerpos también cambian con el tiempo con la edad, la pérdida o el aumento de peso y la enfermedad.

Probar una posición sexual diferente a veces puede cambiar qué tan apretada o suelta se siente la vagina. Esto puede mejorar la satisfacción sexual de ambos socios.

Parto

El cuerpo sufre muchos cambios durante el embarazo y después del parto. Estos pueden incluir:

  • hinchazón en las piernas o los pies
  • pérdida o aumento de peso
  • un cambio en el tamaño y la forma de los senos
  • crecimiento a lo largo o ancho de los pies
  • estrías en la piel

Durante un parto vaginal, los músculos de la vagina se estiran. Esta forma estirada se reduce lentamente. Después del parto, es poco probable que los músculos vaginales se sientan igual que antes, y puede llevar tiempo adaptarse a esta sensación.

Algunas mujeres informan cambios en la forma o elasticidad de la vagina después de dar a luz. En este caso, una mujer puede sentir menos sensación o satisfacción durante las relaciones sexuales, pero estos sentimientos suelen regresar con el tiempo.

El daño a la piel, los tejidos o los músculos durante el parto también puede causar cambios en la vulva y la vagina. Esto puede marcar una diferencia en lo suelta o apretada que se siente la vagina.

Es necesario realizar más investigaciones sobre la salud sexual femenina después del parto. Esto ayudará a los profesionales médicos a ofrecer más apoyo y consejos.

Los cambios en el cuerpo suelen ser más notorios para las mujeres que quedan embarazadas después de los 30 años. Las mujeres más jóvenes pueden encontrar que sus cuerpos regresan a los estados previos al embarazo más rápidamente.

Envejecimiento

El cuerpo cambia a medida que envejece. La piel y los músculos gradualmente se vuelven menos firmes y fuertes, lo que ayuda a explicar por qué la vagina puede comenzar a sentirse más floja.

Durante la menopausia, los niveles de la hormona estrógeno disminuyen. Esto puede hacer que el revestimiento vaginal se vuelva más seco y menos elástico.

La vagina puede volverse más estrecha o más corta después de la menopausia. Además, puede haber molestias, posiblemente causadas por una reducción de la lubricación natural, durante las relaciones sexuales.

Tener relaciones sexuales con regularidad durante la menopausia puede ayudar a mantener grueso el tejido de la vagina. Usar un lubricante puede hacer que las relaciones sexuales sean más cómodas.

Durante la perimenopausia y la menopausia, no es raro que cambie el revestimiento de la pared vaginal. Además, el sexo puede sentirse diferente y la vagina puede volverse más seca. Hable de esto con un médico para determinar si la crema hormonal puede ayudar.

Tratamiento

Los ejercicios de Kegel pueden ayudar a fortalecer los músculos del piso pélvico.

Los músculos del suelo pélvico rodean la vagina. Estos mantienen la vagina, el útero, la vejiga y el recto en su lugar. A medida que estos músculos se aflojan, la vagina puede sentirse menos tensa.

Hay ejercicios que pueden fortalecer los músculos del suelo pélvico. Estos ejercicios pueden marcar la diferencia en cómo se siente la vagina y mejorar la salud en general.

Los músculos fuertes del piso pélvico pueden ayudar a prevenir la incontinencia y el prolapso de órganos, que ocurre cuando los órganos se salen de su lugar.

Los ejercicios de Kegel son el tipo más común de ejercicio del suelo pélvico. Son discretos y sencillos de realizar siguiendo los siguientes pasos:

1. Encuentre los músculos correctos: al orinar, intente detener el flujo de orina. Los músculos que utiliza son los músculos del suelo pélvico. Sin embargo, hacer ejercicios de Kegel con regularidad mientras orina puede ser perjudicial para la salud de la vejiga.

2. Elija un momento: elija un momento tranquilo para relajarse y concéntrese en apretar suavemente los músculos del piso pélvico.

3. Sostenga: Una vez que la contracción de estos músculos se sienta natural, apriete y mantenga la posición. Poco a poco, intente mantener el apretón durante 10 segundos.

4. Suelta: suelta los músculos durante 3 segundos.

5. Construya: Construya para repetir este ejercicio 10 veces seguidas.

El resto del cuerpo debe sentirse relajado.No contraiga otros músculos, como los del estómago o los glúteos. Respire como de costumbre mientras hace ejercicios de Kegel.

Trate de hacer de 2 a 3 series de 10 ejercicios de Kegel tres veces al día. Al igual que con todos los ejercicios, puede llevar tiempo desarrollar la fuerza y ​​pueden ser necesarios hasta 6 meses para notar una diferencia.

Algunas aplicaciones móviles pueden ayudar a realizar un seguimiento de los ejercicios del suelo pélvico. Además, existen algunos dispositivos que una persona puede insertar en la vagina para ayudar en estos ejercicios. Utilice únicamente dispositivos diseñados para este propósito. Algunos de estos dispositivos también rastrean la fuerza muscular.

Un médico puede sugerir el uso de estimulación eléctrica para contraer los músculos del piso pélvico. Esto implica insertar un sensor en la vagina. El sensor emite una pequeña corriente eléctrica que contrae los músculos para fortalecerlos.

La cirugía es una opción, pero los médicos generalmente solo la recomiendan después de un prolapso de órganos pélvicos. Un procedimiento quirúrgico puede devolver la vejiga, la vagina y el recto a sus posiciones originales en el cuerpo.

No existe evidencia científica de que los medicamentos, incluidas las cremas, puedan tensar la vagina.

Resumen

Después del parto o durante el envejecimiento, la vagina puede cambiar. A pesar de ciertos mitos, el sexo no tiene un efecto duradero sobre la opresión vaginal.

Tradicionalmente, menos investigación se ha centrado en problemas de salud femenina. Las encuestas y los estudios más concentrados proporcionarían una mejor comprensión de las preocupaciones y experiencias después del parto y durante el envejecimiento. Esto también podría conducir a terapias mejoradas.

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