Por qué los juegos de mesa pueden mejorar tu vida amorosa

Las parejas pueden sorprenderse al saber qué efecto puede tener en su relación asistir a una clase de arte o jugar juegos de mesa.

Jugar un juego de mesa con su pareja desencadena la liberación de oxitocina, o la "hormona del amor".

Un estudio reciente de la Universidad de Baylor en Waco, TX, ha revelado que las parejas románticas liberan oxitocina, la llamada hormona del amor o del abrazo, cuando pasan tiempo juntos en estas actividades recreativas.

Sin embargo, lo que más sorprendió a los investigadores fue que el mayor aumento en los niveles hormonales se produjo en los hombres que asistieron a la clase de pintura.

El aumento de oxitocina en los hombres que empuñaban el pincel fue al menos el doble que en los demás.

los Diario de matrimonio y familia ha publicado ahora un artículo sobre los hallazgos.

Al comentar sobre los efectos de los dos tipos de actividad en los niveles de oxitocina, la primera y la autora correspondiente del estudio, Karen Melton, Ph.D., quien es profesora asistente de estudios sobre niños y familias, dice que "esperaban lo contrario".

Anticipaban, explica, que "las parejas que jugaban a los juegos de mesa interactuarían más porque se comunicaban sobre los juegos y las estrategias, o porque estaban compitiendo, y con más interacción, liberarían más oxitocina".

Ella y sus colegas creen que su estudio es el primero en investigar cómo diferentes tipos de actividades recreativas podrían afectar los niveles de oxitocina.

Oxitocina y sus diversos efectos.

La oxitocina es una hormona que utiliza el cerebro para transmitir mensajes entre las células cerebrales. También libera la hormona al torrente sanguíneo desde donde puede viajar a otras partes del cuerpo.

A partir de estudios en animales, los científicos han aprendido que la oxitocina juega un papel importante en el parto, estimulando la leche en respuesta al amamantamiento, el comportamiento social y el vínculo, especialmente entre madres e infantes y entre parejas de apareamiento.

Los estudios en humanos han confirmado que la formación de apegos implica oxitocina. Además, han demostrado que la hormona puede aumentar la confianza y tiene un efecto calmante sobre el estrés, la ansiedad y el miedo.

También hay evidencia que respalda la noción de que elevar los niveles de oxitocina de las personas puede ayudarlos a reconocer las emociones en los demás con mayor facilidad y que aumenta la confianza en las relaciones ya establecidas.

Por el contrario, otros estudios han demostrado que la oxitocina no siempre promueve la cohesión social. Algunos estudios han demostrado que la hormona participa en el regocijo, la envidia y en la promoción de la no cooperación con otros grupos, como cuando se protege a miembros vulnerables del propio grupo.

Los investigadores que investigan el papel de la oxitocina en la vinculación humana adulta también encontraron que la hormona puede actuar "como lentes de color de rosa" sobre cómo las personas ven el comportamiento de vinculación de sus parejas románticas hacia sí mismos.

Noche de cita: ¿Juegos de mesa o clase de arte?

El Dr. Melton y sus colegas inscribieron a 20 parejas de entre 25 y 40 años y las asignaron al azar a uno de dos tipos de citas: "clase de arte para parejas" o "noche de juegos". Cada actividad duró aproximadamente 1 hora.

Aquellas parejas que iban a la noche de juegos jugaban a las cartas, juegos de palabras, ajedrez, damas, dominó, rompecabezas, monopolio y otros juegos. El escenario era familiar y hogareño, y las parejas jugaban solas.

Las parejas asignadas a la clase de arte asistieron a una clase de pintura para parejas. Había dos clases, cada una con cinco parejas y el escenario era un estudio de arte comunitario.

Todos los individuos completaron un cuestionario de seis ítems que les preguntaba qué tan familiarizados estaban con las actividades que realizaban. La encuesta también incluyó preguntas sobre las interacciones con su pareja, como el contacto visual, el tacto y la comunicación.

Todas las parejas dieron muestras de orina antes y después de sus citas. A partir de estos, los investigadores pudieron medir si los niveles de oxitocina habían cambiado durante el evento o cuánto habían cambiado.

Los resultados revelaron que los niveles de oxitocina aumentaron para todas las parejas. Sin embargo, el aumento de oxitocina en los hombres en la clase de pintura fue de 2 a 2,5 veces mayor que en otros grupos.

El grupo con el siguiente aumento más alto de oxitocina fue el de mujeres que jugaron. Después de esto, fueron las mujeres en la clase de pintura, seguidas de los hombres jugando. Sin embargo, las diferencias entre estos tres grupos fueron muy pequeñas.

"Esto sugiere que algunos tipos de actividades pueden ser más beneficiosos para los hombres que para las mujeres, y viceversa", comenta el Dr. Melton.

Además, la encuesta sugirió que aquellos que hicieron la clase de arte tocaron a sus compañeros con más frecuencia que los que jugaron juegos de mesa.

El factor novedad también podría ser importante

El Dr. Melton señala que las clases de arte no suelen ser lugares donde esperaría interactuar con su pareja.

“Pero a veces, las parejas que estaban pintando convirtieron la actividad en un momento de unión al elegir interactuar, rodeando a su pareja con el brazo o simplemente diciendo: 'Buen trabajo'”, agrega.

El medio ambiente también parece importar. Los investigadores descubrieron que si el entorno y la actividad eran nuevos para la pareja, liberaban más oxitocina que en un entorno familiar y hogareño.

Este factor novedoso podría valer la pena considerar para aquellos que planean una cita nocturna de San Valentín.

"Nuestro gran hallazgo fue que todas las parejas liberan oxitocina cuando juegan juntas, y esa es una buena noticia para las relaciones de pareja".

Karen Melton, Ph.D.

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